Turismo

Así es el pueblo de Cundinamarca cuyo nombre significa ‘padre bueno’ y es reconocido como la ‘capital naranjera’ de Colombia

Está ubicado a 90 kilómetros de Bogotá.

17 de julio de 2025, 11:39 p. m.
Pacho, Cundinamarca.
Pacho, Cundinamarca. | Foto: Gobernación de Cundinamarca

El departamento de Cundinamarca, uno de los más poblados de Colombia, tiene 116 municipios agrupados en 15 provincias.

Una de estas poblaciones es Pacho, ubicada a 90 kilómetros al norte de Bogotá, lo que representa alrededor de dos horas y 30 minutos de viaje en automóvil.

Este municipio es reconocido por su clima templado y su importancia en la producción de cítricos. Por ello, es considerado la ‘capital naranjera’ de Colombia.

Está situado en la cordillera Oriental y tiene una altitud de aproximadamente 1.680 metros sobre el nivel del mar. “El municipio está rodeado de montañas y cuenta con varios cuerpos de agua, como ríos y quebradas, que enriquecen su paisaje natural”, indica la Gobernación de Cundinamarca.

Historia y economía

Esta entidad señala que la historia de Pacho se remonta a la época prehispánica, cuando el territorio era habitado por los indígenas muiscas. El municipio fue fundado oficialmente el 23 de enero de 1604.

En lengua chibcha significa ‘Padre Bueno’, según el escritor Joaquín Acosta Ortegón, palabra formada por pa, apócope de padre, y cho, de bueno.

En cuanto a la economía, además del cultivo de cítricos, otras actividades relevantes son la ganadería y la producción de lácteos. Adicionalmente, el municipio cuenta con pequeñas industrias y comercios locales.

Expertos recomiendan consumir entre  40 y 100 miligramos (mg) diarios de vitamina C. Foto: GettyImages.
Esta población es llamada la capital naranjera de Colombia. | Foto: Foto Gettyimages

Atractivos

Entre los principales atractivos se destaca el Cerro de la Virgen, el cual es un escenario perfecto para el ecoturismo y las actividades al aire libre.

“Este cerro es un punto de referencia y un lugar de peregrinación para los habitantes de Pacho”, subraya la Gobernación.

La iglesia de San Antonio de Padua es otro sitio relevante al ser considerada un símbolo del municipio.

De acuerdo con información de la Diócesis de Zipaquirá, la parroquia se creó en el año de 1714. Su primer párroco, Juan José Forero, con la colaboración de los vecinos, inició la construcción de un pequeño templo.

“En 1720 lo sucedió el sacerdote Tomás Acero y Vargas, quien continuó la obra del templo y la organización de la parroquia, lo mismo que sus sucesores; hasta que por el incendio de 1807 fue devorado por las llamas junto con las casas de la pequeña población. El 8 de febrero de ese año, tomó posesión de la parroquia el padre Lucas Gómez y se empeñó en la construcción del templo, del cual se conserva la fachada, con planos elaborados por Nicolás Barragán”, agrega la Diócesis en su sitio web.

Un lugar adicional e imperdible es el Jardín Botánico Forestal de Cundinamarca, un centro de investigación y educación vital para la protección de los bosques del departamento y de sus servicios ecosistémicos.

En materia cultural, las principales festividades del municipio se realizan en honor a San Antonio de Padua, con procesiones y eucaristías.