Estudio demuestra que mujeres diagnosticadas con síndrome de ovario poliquístico pueden tener un mayor riesgo de suicidio

Los investigadores encuentran que las personas con síndrome de ovario poliquístico tenían un riesgo 8,47 veces mayor que mujeres similares sin la afección. El síndrome de ovario poliquístico es una afección de salud común que se cree que afecta aproximadamente a una de cada 10 mujeres , aunque muchos casos no se diagnostican.

Según el medio Británico The Guardian La afección puede causar períodos irregulares, acné, obesidad y quistes en los ovarios, entre otros síntomas, y la Organización Mundial de la Salud señala que el síndrome de ovario poliquístico es una de las principales causas de infertilidad.

Ahora, un gran estudio realizado por investigadores en Taiwán sugiere que las personas diagnosticadas con esta afección tienen un mayor riesgo de intentos de suicidio. En un artículo en Annals of Internal Medicine, investigadores del Hospital General de Veteranos de Taipei en Taiwán describen cómo analizaron datos a nivel nacional de 8.960 mujeres y niñas de entre 12 y 64 años diagnosticadas con síndrome de ovario poliquístico, que abarcan un período de 1997 a 2012. Ninguna de las incluidas en el estudio Tenía antecedentes de intentos de suicidio.

Después de tener en cuenta factores que incluyen trastornos psiquiátricos, otras condiciones de salud y datos demográficos, el equipo encontró que las personas con síndrome de ovario poliquístico tenían un riesgo 8,47 veces mayor de intentos de suicidio que las mujeres sin síndrome de ovario poliquístico pero que tenían características similares.

Cuando el equipo desglosó los hallazgos por edad, encontró que el riesgo de intentos de suicidio era 5,38 veces mayor para los adolescentes, 9,15 veces mayor para los adultos menores de 40 años y 3,75 veces mayor para los adultos mayores, en comparación con los controles.

Los autores del estudio sugieren que las preocupaciones sobre el impacto del síndrome de ovario poliquístico, incluida la posible infertilidad y la preocupación por la imagen corporal, podrían estar entre los factores en juego.

“Las preocupaciones sobre la imagen corporal, incluida la obesidad percibida y el acné, se han asociado con el riesgo de suicidio durante la adolescencia, y estos problemas son comunes entre los adolescentes con síndrome de ovario poliquístico”, escriben, añadiendo que los adultos jóvenes pueden experimentar desafíos adicionales como el desempleo, dificultades financieras y relaciones.

El equipo sugiere que la disminución del mayor riesgo en los adultos mayores podría estar relacionada con una mejora en los síntomas del síndrome de ovario poliquístico con la edad.

Si bien la investigación tiene limitaciones, incluido el hecho de que no puede probar causa y efecto y no pudo tener en cuenta todos los factores posibles que pueden enturbiar las aguas, no es la primera en sugerir una asociación entre el síndrome de ovario poliquístico y el suicidio.

La doctora Sophie Williams, de la Universidad de Derby, que no participó en la nueva investigación, dijo que varios estudios habían revelado hallazgos similares en los últimos años, mientras que su propio trabajo había planteado preocupaciones sobre la autolesión y la ideación suicida entre mujeres con síndrome de ovario poliquístico.

“Sabemos que las mujeres con síndrome de ovario poliquístico tienen más probabilidades de sufrir depresión y ansiedad; eso se ha demostrado una y otra vez en varios artículos de investigación”, añadió. Si bien Williams dijo que había varias explicaciones posibles, incluidas posibles diferencias en partes del cerebro que pueden estar asociadas con el síndrome de ovario poliquístico, enfatizó que solo había un puñado de estudios que investigaban posibles vías.

“SOP, Síndrome de Ovario Poliquístico es un área muy, muy poco investigada en general, y la salud mental dentro de ella está aún menos investigada”, dijo. Sin embargo, Williams dijo que las mujeres con síndrome de ovario poliquístico que estaban experimentando dificultades necesitaban saber que podían pedir ayuda, incluso a través del NHS. “Es un primer paso muy difícil de dar, pero potencialmente puede cambiar la vida”, afirmó.