Vehículos
¿Se debe lavar el motor de un carro? Cuidados y precauciones que debe tener para evitar daños
No contar con las precauciones necesarias puede afectar componentes eléctricos y otros componentes del vehículo.


Lavar el motor de un carro puede parecer una tarea compleja, pero con los cuidados adecuados, se puede realizar de forma segura, eficiente y sin comprometer el funcionamiento del vehículo.
Este procedimiento no solo mejora la apariencia del compartimiento del motor, sino que también ayuda a detectar posibles fugas, acumulaciones de grasa y deterioro de componentes.
Pese a esto, es indispensable que la tarea la realicen personas expertas que sepan qué partes deben ser cubiertas, cómo evitar que el agua afecte algunos componentes y los compuestos adecuados que se deben utilizar.

¿Por qué es importante lavar el motor?
Con el paso del tiempo, el motor acumula polvo, aceite, grasa y otros residuos que pueden afectar su rendimiento. Según expertos de Consumer Reports y Autobild, un motor limpio permite identificar filtraciones, conexiones sueltas o elementos desgastados, previniendo fallos futuros y prolongando la vida útil del vehículo.
No obstante, esta tarea debe hacerse con precaución. Un lavado incorrecto puede provocar cortocircuitos, corrosión o daños en sensores electrónicos, especialmente en vehículos modernos con gran cantidad de componentes eléctricos.
Preparación adecuada
Antes de iniciar el lavado, es crucial que el motor esté frío. Lavar un motor caliente puede causar daños por cambios bruscos de temperatura y quemaduras al operario. También se recomienda trabajar en un lugar bien ventilado y con buen drenaje.
Es vital cubrir con plástico o bolsas especiales los componentes eléctricos sensibles como:
- La batería.
- La computadora del motor (ECU).
- Las bobinas de encendido.
- Conectores de sensores.

Esto evitará el contacto directo con el agua y reducirá el riesgo de fallos eléctricos.
Eliminación de suciedad superficial
Una vez cubiertos los componentes delicados, se puede iniciar la limpieza superficial. Se recomienda usar un pincel suave o brocha para remover el polvo acumulado y residuos sueltos. En zonas con grasa o aceite, puede aplicarse un desengrasante biodegradable, evitando productos muy abrasivos que puedan dañar mangueras o piezas de goma.
Según Mothers Polishes & Waxes, una marca reconocida en el cuidado automotriz, es preferible utilizar desengrasantes en frío y dejar actuar entre 3 y 5 minutos para facilitar la limpieza.
Enjuague con moderación
Este es uno de los pasos más delicados. Se debe evitar el uso de chorros de agua a alta presión, ya que podrían forzar la entrada de agua en conectores eléctricos o zonas sensibles.
Lo ideal es usar un rociador manual o una manguera con poca presión, enfocándose en las zonas más sucias y evitando rociar directamente sobre los sistemas eléctricos.
El enjuague debe ser breve y dirigido. En caso de usar una hidrolavadora, se debe mantener una distancia mínima de 60 cm y nunca apuntar directamente hacia los conectores.
Secado cuidadoso
Después de enjuagar, el secado es fundamental. Se puede utilizar un paño de microfibra para retirar el exceso de humedad y un soplador de aire o compresor para eliminar el agua de rincones difíciles.
También es útil dejar el capó abierto por unos minutos para permitir la ventilación.
Antes de encender el motor, es recomendable esperar al menos 30 minutos o hasta que se haya verificado que todos los conectores y piezas eléctricas están completamente secos.
Revisión y mantenimiento posterior
Una vez limpio y seco, se deben retirar los protectores plásticos y verificar que todos los componentes estén correctamente conectados.

Es una buena práctica aplicar un protector de plásticos y gomas, que ayuda a conservar las mangueras y elementos de caucho en buen estado.
Asimismo, después del lavado se puede aprovechar para revisar niveles de aceite, refrigerante y otros líquidos, detectando cualquier posible fuga que antes no era visible.