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Qué significa que un carro ‘se ahogue’ o ‘se inunde’: estos son los síntomas y lo que debe hacer para desvararse
Es un daño menor que implica acciones puntuales; conozca las señales que le indican que su vehículo está en riesgo.


Uno de los problemas más comunes que puede enfrentar un conductor es que su vehículo “se ahogue”.
Esta situación puede resultar desconcertante, especialmente si ocurre en medio del tráfico o al intentar encender el motor.
En términos sencillos, que un carro “se ahogue” o " se inunde" se trata de una condición en la que el motor recibe una mezcla inadecuada de aire y combustible, lo que impide su funcionamiento correcto.

¿Qué es el “ahogo” en un carro?
Cuando se dice que un carro se ahoga, se está hablando de un desequilibrio en la mezcla aire-combustible dentro del motor.
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Este desbalance, que generalmente implica un exceso de combustible (mezcla rica) o una deficiencia de aire, provoca que el motor no pueda mantener la combustión adecuada y, por ende, falle al encender o pierda potencia.
Según Motorpasión México, esta situación puede ocurrir tanto en motores de inyección electrónica como en los de carburador, aunque es más común en los vehículos antiguos que no cuentan con sensores modernos.
Principales síntomas de un carro ahogado
Identificar los signos de un carro que se está ahogando puede ayudar a prevenir daños mayores. Algunos de los síntomas más frecuentes son:
- Dificultad para encender el motor, especialmente en frío.
- Olor fuerte a gasolina en el escape.
- Disminución repentina de la potencia mientras se acelera.
- Exceso de humo negro en el tubo de escape.
- Jaloneo o tirones al pisar el acelerador.

Estos síntomas suelen estar relacionados con un exceso de combustible en la cámara de combustión, lo cual no solo afecta el rendimiento del motor, sino que también incrementa el consumo de gasolina y las emisiones contaminantes.
Causas más comunes de un carro ahogado
Sensor de oxígeno defectuoso: Este sensor mide la proporción de oxígeno en los gases del escape y ajusta la mezcla aire-combustible. Si falla, puede enviar lecturas erróneas a la ECU del vehículo, causando una mezcla demasiado rica.
Fallo en el sistema de inyección: Un inyector atascado o con fugas puede inyectar más combustible del necesario, lo que lleva al ahogo del motor.
Filtro de aire sucio o obstruido: Si el aire no fluye adecuadamente hacia el motor, se produce una mezcla desequilibrada, rica en combustible y pobre en oxígeno.
Problemas con el sensor MAF (Mass Air Flow): Este sensor mide el flujo de aire que entra al motor. Un mal funcionamiento puede alterar la mezcla de combustión.
Bujías en mal estado: Si las bujías no generan una chispa adecuada, el exceso de gasolina no se quema correctamente, lo que ahoga el motor.
Uso excesivo del pedal del acelerador al encender: Presionar demasiado el acelerador al intentar arrancar el vehículo puede enviar un exceso de gasolina al motor, especialmente en modelos antiguos sin control electrónico.

¿Cómo solucionar un carro ahogado?
La solución depende de la causa. Si el vehículo se ahoga al encender, una técnica útil es pisar el acelerador a fondo sin bombearlo, mientras se gira la llave. Esto ayuda a ventilar la cámara de combustión y encender el motor. Si el problema persiste, lo mejor es acudir a un mecánico para realizar un diagnóstico completo.
Para los autos con carburador, puede ser necesario limpiar o ajustar este componente. En vehículos modernos, es recomendable revisar los sensores, el sistema de inyección y realizar una limpieza del cuerpo de aceleración.
También es prudente cambiar las bujías y revisar el filtro de aire como parte del mantenimiento preventivo.