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¿Qué hacer si el carro comienza a sacar humo por el capó? Guía esencial para actuar rápido y evitar daños graves
Identificar las señales que provocan el humo es calve para saber qué tan grave puede resultar la situación.


Cuando un vehículo comienza a sacar humo por el capó, es una señal de alerta que no se debe ignorar. Esta situación, además de generar pánico, puede derivar en daños graves al motor o incluso en un incendio si no se actúa con rapidez y conocimiento.
Entender las posibles causas y saber cómo reaccionar puede marcar la diferencia entre una simple avería y una reparación costosa.
¿Por qué sale humo del capó?
El humo que se observa saliendo del capó suele deberse a problemas de sobrecalentamiento, fugas de líquidos o fallas eléctricas.

Según la Asociación Americana del Automóvil (AAA), uno de los motivos más frecuentes es el sobrecalentamiento del motor debido a la falta de refrigerante, problemas en el radiador o una bomba de agua defectuosa.
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En otros casos, el humo puede originarse por aceite que cae sobre partes calientes del motor, generando vapor o humo visible. También es posible que una falla en el sistema eléctrico cause cortocircuitos o derretimiento de cables, generando humo con un olor particular.
Tipos de humo y lo que indican
- Humo blanco o vapor: Generalmente está asociado con sobrecalentamiento del motor o fuga del sistema de refrigeración.
- Humo azul o grisáceo: Indica quema de aceite, posiblemente por una fuga o desgaste interno del motor.
- Humo negro: Puede deberse a una mezcla rica en combustible o a residuos acumulados en el motor.
Identificar el color y el olor del humo puede dar pistas importantes sobre el origen del problema. Según el portal especializado Autobild, estos indicios permiten anticipar daños mayores si se actúa a tiempo.

¿Qué hacer en el momento?
- Detener el vehículo de inmediato. Si el humo es evidente, lo primero que se debe hacer es buscar un lugar seguro para estacionar. Detener el vehículo previene daños mayores.
- Apagar el motor. Esto evita que la temperatura siga aumentando y que se dañen piezas internas o que se produzca un incendio.
- No abrir el capó de inmediato. Si el motor está muy caliente, abrir el capó puede exponer al conductor a quemaduras. Se debe esperar al menos 15-20 minutos o hasta que disminuya el humo.
- Observar si hay líquidos derramados. Una vez que el capó pueda abrirse con seguridad, se deben revisar signos de fugas: charcos de refrigerante, aceite o señales de que el radiador ha explotado.
- Llamar a asistencia técnica. Si no se tiene experiencia mecánica, lo más prudente es contactar a un servicio de grúa o mecánico especializado. Manipular un motor caliente sin conocimiento puede agravar el problema.
¿Qué se debe evitar?
- Nunca echar agua fría al motor caliente. Esto puede causar un choque térmico y agrietar componentes como el bloque del motor.
- No seguir conduciendo. Hacerlo con el motor humeando puede derivar en daños catastróficos al sistema de combustión o al sistema eléctrico.

Prevención: la mejor herramienta
Para evitar que el vehículo llegue a este punto, es crucial realizar mantenimientos preventivos. Revisar periódicamente el nivel de refrigerante, cambiar el aceite según el kilometraje recomendado y estar atento a cualquier luz de advertencia en el tablero son prácticas clave.
De acuerdo con Consumer Reports, un motor que recibe mantenimiento preventivo reduce hasta en un 60% la probabilidad de averías mayores.