Vehículos
¿Por qué los perros persiguen a las motos? Comportamiento que tiene diferentes explicaciones y que puede ser peligroso
Este comportamiento es muy usual y puede provocar accidentes que ponen en peligro a los motociclistas y a los propios animales.


Es común en muchas ciudades y pueblos ver a perros correr detrás de motos, generando situaciones peligrosas tanto para los conductores como para los propios animales.
Esta conducta, aunque parece anecdótica, tiene explicaciones desde la biología, el comportamiento animal y hasta la mecánica de los vehículos.
Comprender por qué ocurre este fenómeno puede ser clave para prevenir accidentes y fomentar una mejor convivencia entre motociclistas y mascotas.

Instinto territorial: el origen del comportamiento
Los perros son animales territoriales por naturaleza. Según el portal especializado en comportamiento canino Purina Latam, los perros tienden a defender su espacio de lo que consideran una amenaza o intrusión.
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Las motos, al ser ruidosas y veloces, despiertan en ellos una reacción instintiva de protección. No es que el perro tenga algo en contra del motociclista, sino que interpreta la presencia de la moto como una invasión a su territorio.
Este comportamiento se intensifica si el perro ha tenido experiencias previas negativas con motocicletas, como haber sido asustado por una aceleración repentina o un frenazo. En ese caso, el animal asocia la moto con una amenaza directa.
El ruido y las vibraciones: estímulos mecánicos que activan al perro
Desde el punto de vista mecánico, las motocicletas emiten sonidos de alta frecuencia y vibraciones que resultan especialmente perceptibles para los perros.
De acuerdo con National Geographic, los caninos pueden captar frecuencias sonoras de hasta 65.000 Hz, muy por encima de los humanos, que apenas alcanzamos los 20.000 Hz.

Esto significa que el rugido del motor o el sonido del escape pueden resultar especialmente molestos o llamativos para ellos.
Además, muchas motos emiten vibraciones que se propagan a través del suelo. Estos estímulos, sumados al olor del combustible y del aceite quemado, pueden alterar a un perro sensible y hacer que reaccione con persecución.
Movimiento repentino y reflejo de caza
Otra razón poderosa por la cual los perros persiguen motos está relacionada con su instinto de caza. Según el etólogo Stanley Coren, autor del libro The Intelligence of Dogs, los perros conservan patrones de comportamiento heredados de sus antepasados lobos. El movimiento rápido y repentino activa un reflejo de persecución que forma parte del instinto cazador.
Por eso es más probable que un perro se quede quieto si una moto está detenida, pero comience a correr tras ella en cuanto se pone en movimiento. Es una reacción casi automática, especialmente en razas como los pastores alemanes, border collies o terriers, que han sido seleccionadas históricamente para tareas de persecución y vigilancia.
Miedo, ansiedad y falta de socialización
Algunos perros no están motivados por la agresividad o el instinto territorial, sino por el miedo. Motos que pasan muy cerca, que emiten ruidos fuertes o que aceleran bruscamente pueden provocar ansiedad, haciendo que el animal actúe con nerviosismo.
Según la American Kennel Club (AKC), este tipo de comportamientos pueden evitarse con una buena socialización desde cachorros, exponiéndolos de forma gradual y controlada a diferentes sonidos, personas y vehículos.
También influye si el perro no recibe suficiente ejercicio físico o estimulación mental. Un animal aburrido o lleno de energía acumulada puede ver la moto como una oportunidad de canalizar su exceso de energía.

¿Cómo evitar estas persecuciones?
Para los motociclistas, lo más recomendable es reducir la velocidad al pasar cerca de perros y evitar sonidos innecesarios como bocinazos o aceleraciones. En zonas rurales o residenciales, se recomienda mantener la atención sobre los costados de la vía para anticipar cualquier intento de persecución.
Por parte de los dueños de mascotas, es vital mantener a los perros dentro del perímetro del hogar o sujetos con correa durante los paseos. Asimismo, entrenarlos con comandos básicos y exponerlos a estímulos urbanos desde pequeños ayuda a reducir el impulso de perseguir motos.