Vehículos

Los riesgos de comprar y vender motos usadas: ¿es mejor hacer el negocio en un concesionario o entre particulares?

El número de motos en el país viene aumentando de forma notable, al punto que ocupa la mayor parte del parque automotor.

3 de julio de 2025, 12:36 p. m.
Motociclistas protestan en la capital debido a que la Alcaldía de Bogotá expidió el Decreto 270 de 2022, por medio del cual extiende la restricción del parrillero hombre en la ciudad hasta el próximo 31 de diciembre.
Julio 7 del 2022
Foto Guillermo Torres Reina / Semana
Tanto compradores como vendedores se ven expuestos a ciertos riesgos a la hora de celebrar negocios de forma particular. | Foto: Guillermo Torres /Semana

El vibrante sector de las motocicletas en Colombia, motor de movilidad y oportunidad para millones de personas en el país, enfrenta un desafío estructural crítico: la informalidad predominante en la compraventa de vehículos usados.

A pesar de su innegable impacto positivo en la economía y la sociedad, la disparidad entre los nuevos registros y los traspasos formales de motos de segunda mano revela una brecha que expone a compradores y vendedores a riesgos significativos.

Colombia vive una revolución en dos ruedas, pues las motocicletas se han convertido en un pilar fundamental de la economía, la movilidad y la igualdad para millones de colombianos.

Prender una moto empujada es posible, siempre y cuando cumpla con algunas características que permitan la maniobra.
El traspaso de motocicletas usadas es sumamente inferior a la totalidad de negocios realizados. | Foto: Getty Images

Cifras oficiales de RUNT y ANDI-Fenalco lo confirman: el parque automotor asciende a 19.86 millones de vehículos, de los cuales el 62% son motos (12.33 millones), evidenciando su dominio.

Para millones, la moto es una herramienta socioeconómica esencial. Un estudio de la ANDI realizado en septiembre de 2024, reveló que el 91 % de los compradores de motos nuevas pertenecen a estratos 1, 2 y 3, con ingresos entre 1 y 3 salarios mínimos.

Las motos son una opción que permite la autoempleabilidad y el sustento familiar (el 56.2% son empleados y 17% independientes), ofreciendo una solución de movilidad ágil, eficiente y económica. El 77.3% las usa para sus desplazamientos diarios.

El crecimiento del mercado de motos se vincula a una profunda transformación social. Según Walther Carvajal, CEO de WCAR, el fenómeno de la moto se ha convertido en un tema de igualdad social y de género

Motociclistas protestan en la capital debido a que la Alcaldía de Bogotá expidió el Decreto 270 de 2022, por medio del cual extiende la restricción del parrillero hombre en la ciudad hasta el próximo 31 de diciembre.
Julio 7 del 2022
Foto Guillermo Torres Reina / Semana
La cifras evidencian que cada vez son más las mujeres que conducen moto. | Foto: Guillermo Torres /Semana

El mismo estudio de la ANDI indicó que el 29.4% de los usuarios son mujeres. “Cada vez el país es más motero. (...) Ya no solamente son los hombres los que están comprando motos, sino que cada vez son más y más mujeres las que se están metiendo en este mundo”, indicó Carvajal, señalando que este cambio refleja cómo la moto empodera y genera autonomía.

A pesar de este impacto positivo, el dinámico mercado de motos enfrenta un desafío estructural crítico: la alarmante informalidad en la compraventa de vehículos usados.

La falta de reglas claras expone a compradores y vendedores a riesgos y pérdidas significativas. Según datos oficiales de RUNT para 2024, mientras se matricularon 816.513 motos nuevas en el país, solo se realizaron 588.090 traspasos de motos usadas.

Esta disparidad resulta preocupante: si bien entran cientos de miles de motos nuevas anualmente al parque automotor que eventualmente serán usadas, la cifra de traspasos formales es notablemente inferior a lo que se esperaría de un mercado de segunda mano tan vasto. En este sentido, Carvajal estima que las transacciones formales en motos usadas “no llegan ni al 5%”.

Esta informalidad genera riesgos para el comprador, como vicios ocultos, fallas mecánicas, fraudes documentales y un historial desconocido.

Entre tanto, para el vendedor implica vulnerabilidad a estafas o la responsabilidad por trámites incompletos. En este escenario de alto riesgo, la confianza es el bien más escaso, y se vuelve imperativa la necesidad de un tercero que brinde verificación.

Infracciones de tránsito cometidas por motocicletas, que afectan la seguridad vial y la convivencia en Cali. Foto Jorge Orozco / El País,
El número de motocicletas en Colombia es cada vez mayor. | Foto: Jorge Orozco

La creciente comercialización de motos online: desafíos y oportunidades

La digitalización ha impulsado la comercialización de motos online, con plataformas o “marketplaces” buscando mediar y conectar a compradores y vendedores.

Sin embargo, su modelo se limita a la publicación de anuncios, sin asumir responsabilidad sobre el estado del vehículo o la seguridad de la transacción. El comprador y el vendedor siguen asumiendo la mayor parte del riesgo; la digitalización por sí sola no garantiza la tranquilidad.