Vehículos
General Motors no seguirá exportando vehículos a China: una de sus marcas premium dejará de llegar al gigante asiático
La compañía tomo la decisión tras las medidas arancelarias impulsadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.


General Motors ha detenido los envíos de un pequeño número de vehículos fabricados en Estados Unidos a China como consecuencia del impacto que están teniendo los aranceles del presidente del país norteamericano, Donald Trump, en la industria automovilística.
“Debido a los cambios significativos en las condiciones económicas, hemos decidido reestructurar Durant Guild y, en consecuencia, optimizar las operaciones de General Motors en China”, ha declarado en un comunicado.
En concreto, la compañía estadounidense ha decidido paralizar sus exportaciones de la división de importaciones premium Durant Guild, que supone menos del 0,1% de las unidades que vende a China.

Así, es poco probable que la medida tenga un impacto importante. La compañía sigue importando el Buick Envision de China a EE.UU.
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Del mismo modo, el fabricante de automóviles tiene empresas conjuntas en el país con socios locales que vendieron 442.000 vehículos en el primer trimestre. General Motors ha aclarado que está comprometida con sus empresas conjuntas.
Aunque EE.UU. y China acordaron este mes reducir temporalmente los aranceles en una desescalada de la guerra comercial, las políticas cambiantes han provocado el caos.
Los fabricantes de automóviles se esfuerzan por evaluar las consecuencias financieras inmediatas y el impacto en los planes de inversión a largo plazo.
Nissan
Nissan pide acelerar conversaciones entre EE. UU. y Japón
El consejero delegado de Nissan, Iván Espinosa, ha pedido celeridad al Gobierno japonés en las negociaciones con Estados Unidos para lograr unos aranceles más bajos en las exportaciones de automóviles.

Así lo ha apuntado durante su participación en la Cumbre sobre el Futuro del Automóvil, organizada por el ‘Financial Times’ en Londres.
“Para ser sincero, espero que avancen más rápido. Necesitamos aclarar las cosas lo antes posible”, ha manifestado.
Además, ha pedido a las autoridades más estabilidad y claridad a la hora de negociar estos aranceles, que calcula que tienen un costo para la compañía de 450.000 millones de yenes, unos 2.751 millones de dólares.
Las declaraciones de Espinosa se han dado en una semana crítica para Nissan, en la que ha compartido sus resultados del conjunto del año fiscal 2024, que ha cerrado con pérdidas por importe de 4.591 millones de dólares, frente a las ganancias de 2.919 millones de dólares del ejercicio anterior.
Además, la firma automovilística ha adelantado que prevé recortar hasta 20.000 empleos, el 15% de toda su fuerza laboral, y el cierre de hasta siete plantas en todo el mundo entre los ejercicios fiscales 2024-2027, en el marco de su plan de recuperación.
Tesla deja de recibir pedidos de China
Cabe señalar que a comienzos de abril, el fabricante de vehículos eléctricos Tesla dejó de aceptar pedidos en China para los sedanes Model S y los vehículos utilitarios deportivos Model X, ambos importados de Estados Unidos, después de que ambos países aumentaran los aranceles entre sí en plena guerra comercial.
En ese momento, China anunció un aumento de los aranceles sobre todos los productos estadounidenses al 125% a partir del 12 de abril, después de que el presidente Donald Trump impusiera un cargo equivalente diseñado para contrarrestar el déficit comercial de Estados Unidos y castigar a Pekín por tomar represalias contra los impuestos de importación estadounidenses.
La fábrica de Tesla en Shanghái solo fabrica los Model 3 y Model Y, y la mayoría se venden en China o se exportan a otras partes de Asia. La empresa perteneciente a Elon Musk elabora sus vehículos Model S y el Model X en Fremont, California.

El Model S y el Model X representan solo una pequeña parte de las ventas de Tesla en China, con algo menos de 2.000 vehículos el año pasado, frente a los 661.820 del Model 3 y el Model Y, según datos del Centro de Investigación y Tecnología Automovilística de China.
Aunque perder el Model S y el X no supondría un duro golpe para las ventas de Tesla en el mayor mercado automovilístico del mundo, sí sería un revés para la ya tambaleante posición de la compañía en China.