Vehículos
Esto le debe revisar al carro después de llegar de puente: hay partes que necesitan especial atención para evitar accidentes
Un viaje largo por carretera significa un nivel de exigencia superior, por lo que algunos componentes estarán al límite y es mejor verificar su rendimiento.


Un viaje por carretera puede ser una experiencia gratificante, pero también representa un desgaste significativo para el vehículo.
Por ello, es fundamental realizar una revisión post-viaje que garantice que el automóvil se mantenga en condiciones seguras y óptimas.
En este orden de ideas es necesario tener claro qué sistemas deben ser revisados cuando termine el viaje y qué medidas se deben tener en cuenta para garantizar el buen funcionamiento del vehículo y la seguridad de sus ocupantes.
Revisión de los neumáticos
Uno de los componentes que más sufre durante un viaje largo son los neumáticos. Las altas velocidades, el peso extra y las condiciones del terreno pueden afectar su estado general.
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¿Qué revisar?
- Presión del aire: Verificar que esté en el nivel recomendado por el fabricante (usualmente entre 30 y 35 PSI).
- Desgaste de la banda de rodadura: Utilizar una moneda o un medidor de profundidad para comprobar que el dibujo tenga al menos 1.6 mm de profundidad, como exige la normativa internacional.
- Posibles daños: Buscar cortes, abultamientos o clavos incrustados.
Nivel y estado del aceite
El motor trabaja intensamente durante un viaje prolongado. Es vital revisar el nivel y la calidad del aceite para evitar daños graves.
¿Cómo hacerlo?
- Con el motor frío y el vehículo en superficie plana, extraer la varilla del aceite, limpiarla y volver a introducirla.
- Si el nivel es bajo o el aceite tiene un color oscuro y textura arenosa, es momento de un cambio.
Según Castrol, es recomendable cambiar el aceite cada 5.000 a 10.000 kilómetros, dependiendo del tipo de aceite y el uso del vehículo.
Sistema de frenos
Los frenos son esenciales para la seguridad, y un viaje con curvas, bajadas y tráfico constante puede aceleradamente desgastarlos.
Aspectos a verificar:
- Pastillas de freno: Revisar el grosor de las pastillas. Si tienen menos de 3 mm, deben reemplazarse.
- Líquido de frenos: Asegurarse de que esté en el nivel adecuado y que no tenga un color muy oscuro.
- Ruidos o vibraciones: Indican posible desgaste o daño en el sistema.
El sitio especializado Autobild.es recomienda hacer una inspección visual o acudir a un taller si se detecta cualquier irregularidad.

Estado de la batería
Las altas temperaturas o el uso excesivo de dispositivos electrónicos durante el viaje pueden afectar el rendimiento de la batería.
Revisar:
- Terminales y conexiones: Que no estén sulfatadas ni flojas.
- Fecha de fabricación: Las baterías suelen durar entre 3 y 5 años. Si está cerca del fin de su vida útil, conviene hacer una prueba de carga.
Revisión de luces y limpiaparabrisas
La visibilidad es clave para la seguridad. Tras un viaje, se debe verificar que todas las luces funcionen correctamente (delanteras, traseras, intermitentes, de freno y reversa) y que las plumillas del limpiaparabrisas estén en buen estado.
De acuerdo con Bosch Automotive, se recomienda cambiar las plumillas al menos una vez al año o si dejan rayas en el parabrisas.
Chequeo del sistema de refrigeración
El sistema de enfriamiento del motor trabaja arduamente en viajes largos, especialmente si se condujo por zonas calurosas o con tráfico denso.

Puntos clave:
- Nivel del refrigerante: Revisar que esté entre los niveles mínimo y máximo indicados en el depósito.
- Estado de las mangueras: Comprobar que no tengan fugas, grietas o hinchamientos.
Inspección general del vehículo
Por último, es recomendable hacer una inspección visual general del vehículo para detectar posibles fugas de líquidos, objetos atascados debajo del auto, o elementos sueltos en la suspensión.