Vehículos
Desfile de carros antiguos en Bogotá: una excelente forma de conocer la historia y las tradiciones de Colombia y el mundo
El Festival de Verano en la capital será el marco para la celebración de este tradicional desfile.


El mundo de los carros antiguos es realmente llamativo, pues se encarga de mantener vivos ejemplares que muchos ya daban por desaparecidos.
Los aficionados al mundo motor, coleccionistas y entusiastas de los modelos clásicos y antiguos han decidido conservar y restaurar verdaderas joyas que permiten contar la historia del mundo a través de los autos.
Así mismo, todo esto permite entender cómo ha venido evolucionando la industria, entendiendo las diferentes tendencias, los gustos de cada país y cómo los constructores han venido adecuando sus productos a las nuevas tecnologías.

Desfile de carros antiguos en Bogotá
Si le interesan los automóviles clásicos y antiguos, puede aprovechar el Festival de Verano 2025 en Bogotá para participar del Desfile de autos clásicos y antiguos, que se tomará las calles de la capital.
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La demostración será el próximo 23 de agosto y comenzará en el parqueadero norte del Movistar Arena.
Este espectáculo tendrá un recorrido de 16,38 km y se podrán apreciar más de 50 autos provenientes de ciudades como Medellín, Ibagué, Villavicencio y Pereira.
Al finalizar el recorrido, los vehículos regresarán al punto de partida para una gran exhibición abierta al público, con tarima, sonido y experiencias para toda la familia.
Este desfile se ha institucionalizado como un evento anual en Bogotá y este año se une a la conmemoración de los 487 años de la ciudad, así como revivir la memoria automotriz a través de la exhibición de vehículos históricos.

Importancia de los carros antiguos y clásicos
Patrimonio histórico y cultural
Los autos clásicos, que por definición son aquellos fabricados entre 1915 y 1975, según la Antique Automobile Club of America (AACA), y los antiguos, aquellos que tienen más de 45 años, según la Federación Internacional de Vehículos Antiguos (FIVA), son testigos vivos de distintas épocas.
Cada modelo cuenta una historia sobre los avances tecnológicos, las condiciones sociales y los valores estéticos de su tiempo. Preservar un Chevrolet Bel Air de 1957 o un Ford Mustang de 1965, por ejemplo, es conservar una parte de la historia estadounidense y mundial, marcada por el auge industrial y el diseño icónico de posguerra.
Conexión emocional y legado familiar
Más allá de lo técnico, los carros clásicos tienen un fuerte componente emocional. Muchas personas heredan estos vehículos de sus padres o abuelos, convirtiéndolos en un símbolo familiar.
Su restauración y mantenimiento fortalecen ese legado, promoviendo vínculos afectivos intergeneracionales. Según Hagerty, una de las aseguradoras de autos clásicos más importantes del mundo, el 56% de los propietarios afirma que su vehículo tiene un valor sentimental mayor al económico.
Valor económico y apreciación en el tiempo
A diferencia de los automóviles modernos, cuyo valor suele depreciarse con los años, muchos carros clásicos incrementan su valor.

Modelos como el Ferrari 250 GTO, el Porsche 911 clásico o el Mercedes-Benz 300SL pueden alcanzar precios millonarios en subastas. Según Classic.com, un portal especializado en ventas de autos históricos, el mercado de clásicos ha crecido un 20% en promedio anual durante la última década. Esta revalorización convierte a los autos antiguos en inversiones atractivas para coleccionistas y fondos patrimoniales.
Estímulo al turismo y a la economía local
Los carros antiguos también tienen un impacto positivo en el turismo y en las economías locales. Eventos como el Pebble Beach Concours d’Elegance en California, el Goodwood Revival en Reino Unido o el Rally de los Andes en Sudamérica, movilizan miles de visitantes, generando ingresos en hoteles, talleres, restaurantes y servicios. De hecho, según Statista, el mercado global de eventos de autos clásicos mueve más de 10 mil millones de dólares anuales.
En este sentido, el desfile organizado en el marco del Festival de Verano en Bogotá, se suma a la amplia tradición de desfiles de carros antiguos y clásicos que hay en el mundo.