Cuánta distancia se puede recorrer con una llanta pinchada: los daños pueden ser mayores y costosos

Una de las situaciones más inesperadas y estresantes para cualquier conductor es enfrentar una llanta pinchada en pleno trayecto, algo que cambia los planes de cualquier viaje, pues hay que buscar un espacio para asegurar el vehículo y cambiar el neumático.

Aunque parezca lógico y la acción inmediata sea la de reparar el daño, las condiciones en la vía, el entorno o la falta de conocimiento, llevan a varias personas a preguntarse cuánta distancia pueden recorrer con la llanta en mal estado.

Esta pregunta es común y crucial, ya que manejar en estas condiciones puede tener graves consecuencias para la seguridad, la mecánica del vehículo y el bolsillo.

¿Es seguro conducir con una llanta pinchada?

La respuesta corta es no, pues conducir con una llanta pinchada representa un riesgo significativo. La estabilidad del vehículo se ve comprometida, se incrementa la distancia de frenado y el control del volante disminuye drásticamente.

Además, rodar con una llanta dañada puede deteriorar el rin, afectar la suspensión y provocar daños costosos en el sistema de dirección.

Sin embargo, en situaciones de emergencia, puede ser inevitable recorrer una corta distancia para llegar a un lugar seguro. En estos casos, es fundamental reducir la velocidad y activar las luces de emergencia para alertar a otros conductores.

¿Cuánta distancia es recomendable recorrer?

Si la llanta está completamente desinflada, no se recomienda recorrer más de dos a tres kilómetros y a una velocidad máxima de 20 km/h. Esto debería ser solo para mover el vehículo a un área segura, como un arcén amplio o una estación de servicio cercana. Superar esa distancia puede agravar los daños y poner en peligro la integridad del conductor y sus pasajeros.

Por otro lado, si el vehículo cuenta con llantas Run Flat (diseñadas para rodar sin presión), es posible recorrer entre 50 y 80 kilómetros a una velocidad no superior a 80 km/h. No obstante, esta opción no sustituye la necesidad de reparar o reemplazar la llanta lo antes posible.

¿Qué hacer si se pincha una llanta en carretera?

• Mantenga la calma: Evite frenar bruscamente, reduzca la velocidad suavemente y mantenga el control del volante.
• Encienda las luces de emergencia: Esto alertará a los demás conductores sobre tu situación.
• Busque un lugar seguro: Salga de la vía principal y deténgase en un área donde no obstruya el tráfico.
• Coloque triángulos de seguridad: Sitúe los triángulos a la distancia recomendada para advertir a otros vehículos.
• Revise el daño: Si tiene conocimientos básicos, evalúe si puede cambiar la llanta o utilizar un kit de reparación temporal.
• Solicite asistencia: Si no cuenta con las herramientas necesarias o no se siente seguro, lo mejor es llamar a una grúa o servicio de asistencia vial.

Consecuencias de recorrer largas distancias con una llanta pinchada

Ignorar la gravedad de un pinchazo puede traer consecuencias como:

• Daños irreversibles en el rin: La fricción directa con el pavimento puede deformarlo.
• Afectación en la suspensión: El desbalance puede provocar fallos en los amortiguadores y otras piezas clave.
• Mayor consumo de combustible: La resistencia generada por una llanta desinflada incrementa el esfuerzo del motor.
• Riesgo de accidente: La pérdida de control es más probable, especialmente en curvas o a altas velocidades.

Mantenimiento preventivo, clave para cuidar las llantas

Prevenir siempre será la mejor opción. Aquí algunas recomendaciones para reducir el riesgo de pinchazos:

• Revise la presión regularmente: Mantener la presión adecuada prolonga la vida útil de las llantas.
• Evite caminos en mal estado: Los baches y objetos punzantes son las principales causas de pinchazos.
• Realice mantenimiento periódico: Revise el estado de las llantas y reemplácelas si presentan desgaste irregular o grietas.
• Lleve siempre un kit de reparación y herramientas: Estar preparado puede marcar la diferencia en situaciones de emergencia.