Vehículos
BYD dio paso gigante para ‘inundar’ Latinoamérica con carros eléctricos: inauguró planta en Brasil y producirá impresionante cifra
En contraste con lo sucedido en Brasil, la firma tomó la decisión de frenar sus planes de expandirse a México, debido a la incertidumbre por las medidas arancelarias de EE. UU.


BYD ha presentado oficialmente el primer BYD Dolphin Mini fabricado en Brasil, concretamente en la nueva fábrica de BYD en Camaçari, Bahía, que se ha convertido en una de las fábricas dedicadas a la producción de vehículos electrificados más grandes de Latinoamérica.
Las instalaciones modulares de la nueva fábrica de Camaçari hacen posible que el BYD Dolphin Surf no sea el único modelo ensamblado en estas instalaciones, dado que compartirá líneas de producción con otros dos modelos como son el Song PRO y el King.
BYD ha invertido más de 1.000 millones de dólares en su complejo de Camaçari, una instalación que abarca 4,6 millones de metros cuadrados, lo que equivale a 645 campos de fútbol. Una vez completadas todas las fases de construcción, se espera que el proyecto genere hasta 20.000 puestos de trabajo directos e indirectos.

La planta comenzará a operar con una capacidad anual de 150.000 vehículos y, en una segunda fase, duplicará su producción para ampliarla a 300.000 vehículos producidos al año. Inicialmente, la fábrica funcionará con el sistema SKD (ensamblaje semidesmontado), pero poco a poco pasará a la fabricación local completa, incluyendo el estampado, la soldadura, la pintura y un mayor porcentaje de componentes fabricados en Brasil.
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Más de 1.000 empleados y cientos de subcontratados ya forman parte de la operativa de la fábrica de BYD en Camaçari, y se pretende generar 3.000 puestos de trabajo antes de que acabe el año.
En las instalaciones de la planta de Camaçari, todo se ha desarrollado para funcionar de forma inteligente, con un sistema de secuenciación que da prioridad a la producción de los modelos más demandados. Además, se realiza un seguimiento en tiempo real de cada vehículo a medida que avanza por la línea. Los robots se encargan de todo, desde la instalación de los cristales hasta de la Blade Battery.
“Somos uno de los mayores inversores del mundo en I+D, y ahora todo ese talento está impulsando nuestra fábrica en Brasil. Solo han hecho falta 15 meses desde que se puso la primera piedra hasta que ha salido el primer coche de la línea de montaje. No es solo un hito para BYD, es un punto de inflexión para la movilidad sostenible”, indicó la vicepresidenta ejecutiva de BYD, Stella Li.

En México no pasa lo mismo: BYD toma decisiones
En contraste con lo ocurrido en Brasil, BYD ha suspendido sus planes de construir una planta en México debido a las tensiones geopolíticas y la incertidumbre derivada de las políticas comerciales del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La empresa sigue interesada en expandirse en América, pero no tiene un calendario para realizar una nueva inversión, según declaró Stella Li, en una entrevista esta semana, en el marco de la inauguración de su primera planta de fabricación en Brasil, la primera que abre la compañía fuera de Asia.
“Las cuestiones geopolíticas tienen un gran impacto en la industria automovilística. Ahora todo el mundo está replanteándose su estrategia en otros países. Queremos esperar a que haya más claridad antes de tomar una decisión”, afirmó Li en dicha entrevista, recogida por Bloomberg.
BYD había estado evaluando tres ubicaciones en México para construir una nueva planta de automóviles antes de detener la búsqueda activa el año pasado, a la espera de los resultados de las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dijo en marzo que BYD no había presentado una oferta formal para invertir en el país. El Ministerio de Comercio de China también retrasó la aprobación de la planta mexicana por temor a que EE. UU. pudiera acceder a la tecnología de la compañía.
Todo esto ocurrió antes de que Trump anunciara aranceles generalizados sobre docenas de socios comerciales de EE. UU., junto con impuestos específicos sobre ciertos productos importados, incluidos los automóviles, lo que ha afectado gravemente las cadenas de suministro del sector.
Con todo, BYD aún planea expandir su capacidad de producción, pero no está claro cuándo se tomará esa decisión, dado el actual entorno de comercio global incierto, según ha explicado Li.