Turismo
Los tres pueblos del Caribe que son patrimonio de Colombia; tesoros coloniales para visitar al menos una vez en la vida
Estos destinos destacan por su belleza arquitectónica y su riqueza histórica.

Con frecuencia las personas están planeando sus viajes y vacaciones. Hay quienes se inclinan por los destinos en los que pueden disfrutar de playa, brisa y mar; otros prefieren lugares para hacer turismo de naturaleza y a otros más les gusta visitar destinos con unas características especiales, coloniales e históricos.
Una de las múltiples opciones es conocer algunos de los pueblos que han sido reconocidos como Patrimonio de Colombia, por parte del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, que señala que estos lugares destacan por tener una arquitectura diferenciada, cultura autóctona, gastronomía propia, entorno natural, y por guardar parte de la historia y del desarrollo del país.
En este momento son 18 las poblaciones que forman parte de esta Red Turística de Pueblos Patrimonio, las cuales están ubicadas en diferentes departamentos y regiones del país. Específicamente en el Caribe colombiano hay tres que vale la pena visitar al menos una vez en la vida, pues tienen un encanto particular y guardan hechos históricos relevantes.

Santa Cruz de Lorica (Córdoba)
Es un destino que destaca por su arquitectura republicana y los alegres colores que pueden apreciarse a lo largo de sus históricas calles. Se dice que sus grandes construcciones son herencia de algunos pobladores extranjeros que impusieron un sello único que se ha mantenido a lo largo de los años.
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Recorrer sus calles y contemplar lugares del Centro Histórico, declarado Monumento Nacional en el año 2000, se constituye en uno de los mejores planes, pues es posible no solo conocer de su historia, sino admirar su belleza.
La plaza de mercado es otro de los puntos icónicos. En su interior, los visitantes pueden apreciar las artesanías y degustar una gran variedad de platos típicos.
El río Sinú, es la vía fluvial más importante de esta zona del país y es protagonista de la importancia de Lorica como centro de comercio e intercambio regional desde su fundación en 1740, hasta mediados del siglo XX, cuando el transporte terrestre empezó a tener auge, precisa el portal Colombia Travel.

Ciénaga (Magdalena)
Ciénaga es conocida por ser la fuente de inspiración de Gabriel García Márquez, pues fue una de las ciudades que lo motivó a escribir su obra Cien años de soledad. Por su riqueza histórica y arquitectónica, la ciudad fue nombrada Patrimonio Cultural de Colombia desde 1994.
Su arquitectura es uno de sus mayores atractivos, refleja la herencia europea ecléctica, neoclásica y moderna en sus edificios públicos y sus viviendas, indica la Red Turística de Pueblos Patrimonio. Se dice que la imagen insignia del pueblo es el Templete de la Plaza Centenario, el cual fue declarado Patrimonio Arquitectónico Nacional.
Los turistas encuentran una gran variedad de atractivos urbanísticos que aún hoy conservan su identidad. Los colores de su arquitectura se ven en fachadas, frisos, pilastras, columnas, marcos de puertas y ventanas.
Históricamente, esta ciudad, a orillas del Mar Caribe y cercana a la Sierra Nevada, fue protagonista de los intercambios comerciales entre la Provincia de Cartagena y la de Santa Marta, sobre todo por su producción de azúcar, cacao, mieles y banano.

Santa Cruz de Mompox (Bolívar)
Mompox es pueblo patrimonio desde el año 2010. Es un destino que cuenta con diversos escenarios culturales, religiosos e históricos.
Está ubicado a 248 kilómetros de Cartagena, a orillas del río Magdalena y es una población que conserva intacto el legado arquitectónico y cultural de los pobladores sevillanos que lo habitaron.
Por el estado de conservación de su Centro Histórico fue declarado Monumento Nacional en 1959 y también la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1995. Se caracteriza por su arquitectura colonial, formada por una sucesión de edificios, torres, templos y capillas enmarcadas por el río.
Esta ciudad fue protagonista durante la época de los virreinatos en Colombia debido a su importancia comercial y gracias a su ubicación geográfica, al encontrarse en uno de los brazos del río Magdalena.