Turismo
El pueblo del occidente antioqueño que enamora con su gran variedad de ecosistemas y climas; queda a menos de 4 horas de Medellín
Este encantador pueblo invita a descubrir rincones llenos de magia, donde cada paisaje sorprende con su belleza natural y su tranquilidad.
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Antioquia es un departamento que guarda pueblos llenos de historia y una belleza natural inigualable. Por esta razón, muchos los describen como destinos “vivos”, donde la arquitectura, las prácticas productivas y la relación con el entorno natural se entrelazan ofreciendo experiencias auténticas a todos los que se animan a explorarlos.
La extensión departamental abarca desde las planicies de Urabá hasta páramos elevados, lo que explica la gran variedad de pisos térmicos, climas y ecosistemas que se encuentran a pocos kilómetros entre sí, por ejemplo, a menos de 4 horas de Medellín, la capital antioqueña, se encuentra Cañasgordas, un pueblo que invita a descubrir rincones llenos de magia, donde cada paisaje sorprende con su belleza natural y su tranquilidad.
Por su encanto natural, más que un destino para explorar, este municipio es un tesoro que merece ser cuidado y preservado para las generaciones futuras. En su territorio se encuentra la imponente Reserva Natural Alto de Insor, un paraíso de bosque de niebla que es hábitat del águila crestada y también del enigmático oso de anteojos.
Además, se encuentra rodeado de cascadas envueltas en leyendas, miradores panorámicos y senderos naturales que hacen que visitarlo se convierta en una experiencia inolvidable, perfecta para contemplar hermosos paisajes y sentir de cerca la naturaleza y el aire puro que brinda en medio de escenarios de ensueño.

Cascadas y piscinas naturales de Cañasgordas para disfrutar en familia
En varios de estos espacios, los visitantes pueden practicar diferentes actividades como pesca deportiva y caminatas a ríos o cascadas. La mayoría de estos cuerpos de agua se encuentran justamente en un lugar conocido como La Cascada, situada a 1 kilómetro de la cabecera municipal, en la vereda de La Apocarco.
El mayor encanto de este lugar radica en sus cristalinas quebradas, sus imponentes montañas y sus refrescantes piscinas naturales. Sin embargo, lo que realmente lo hace especial es que ofrece el escenario perfecto para disfrutar del tradicional paseo de olla, esa experiencia tan colombiana que une a las familias alrededor del río, la comida y la alegría compartida.

Para disfrutar la visita a La Cascada, se recomienda llevar ropa cómoda, traje de baño, bloqueador solar y programar su recorrido, ya sea en carro o a caballo. Es importante tener en cuenta que es una zona que no cuenta con restaurantes ni alojamientos.
Adicionalmente, en la vereda El Rubicón, a 2 kilómetros de la cabecera municipal, se encuentra El Palmar, una piscina natural ideal para disfrutar de un día de descanso al aire libre. Este lugar invita a sus visitantes a practicar pesca deportiva, sumergirse en sus aguas cristalinas y deleitarse con el paisaje que lo rodea.
Para vivir una experiencia completa, se recomienda llevar implementos de pesca, alimentos y equipo para acampar. El Palmar cuenta también con opciones de alojamiento y un restaurante que ofrece platos típicos de la región. El acceso es sencillo, ya que se puede llegar en vehículo por la vía al mar, kilómetro 10, en dirección hacia Urabá.


