Turismo
El pueblo de Cundinamarca que se llamó en el pasado La Mesa, un destino tranquilo y acogedor a dos horas de Bogotá
Se ubica a 88 kilómetros de la capital del país.
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El departamento de Cundinamarca es reconocido por sus hermosos paisajes y por sus 116 municipios ubicados en diferentes pisos térmicos.
Uno de ellos es Carmen de Carupa, que se encuentra a 88 kilómetros al norte de Bogotá y a una altitud de 2.980 metros sobre el nivel del mar, lo que lo convierte en el municipio más alto del departamento.
Historia
La Gobernación de Cundinamarca señala que esta población fue fundada el 20 de julio de 1808 y erigida como municipio el 13 de noviembre de 1853.
“Carmen de Carupa no tiene registros de asentamientos indígenas previos. Sin embargo, era una ruta comercial importante para las tribus tausas y ubatés”, subraya la entidad.
En el pasado esta población fue llamada La Mesa, El Carmen y Carupa.
En materia económica, las principales actividades productivas son la agricultura y la ganadería, con productos destacados como la papa y los lácteos.

Atractivos
Carmen de Carupa es un destino que “combina tradición, cultura y naturaleza”, ofreciéndoles a sus visitantes “un entorno tranquilo y acogedor”, según destaca la Gobernación.
“Entre los atractivos turísticos se encuentran el parque embalse El Hato, el cerro de Chegua, la peña de Sucre, y la Iglesia Nuestra Señora del Carmen. Estos lugares ofrecen a los visitantes una combinación de belleza natural e importancia histórica”, subraya la entidad.
El parque embalse El Hato se encuentra enclavado entre las veredas El Hato, Corralejas y Llano Grande del municipio.
Este es un espacio diseñado para “almacenar el caudal del río Hato y poder suplir la necesidad de abastecimiento de los municipios de Carmen de Carupa y la Villa de San Diego de Ubaté”, de acuerdo con información de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR).
Además de contar con un espejo de agua de al menos 70 hectáreas, es considerado un sitio perfecto para compartir en familia de una tarde de juegos, “caminatas, hacer un pícnic y para los que les encanta cocinar al aire libre, es el espacio indicado para preparar un delicioso asado. Allí se envuelve la magia de la naturaleza con el descanso”.
“Las mañanas son encantadoras, gracias el sonoro trino de las aves que reposan durante las noches en las zonas cercanas, donde prevalecen vegetación nativa y algunas plantaciones de eucalipto, que albergan cientos de pájaros, encargados de alimentar los primeros rayos del sol que destellan sobre el cuerpo de agua, sobre la misma lámina hídrica sobresalen decenas de patos, que surcan armónicamente con su nado, creando ondas sobre el tapete de agua”, subraya la CAR.