Turismo
El pueblo de Cundinamarca que es conocido como ‘la capital indígena de Colombia’: ideal para los amantes de la naturaleza
Está ubicado a 26 kilómetros de Bogotá.

El departamento de Cundinamarca es un destino que sorprende por su diversidad de paisajes, climas, actividades y riqueza cultural. Desde altas montañas cubiertas de niebla hasta cálidos valles llenos de vida, Cundinamarca invita a descubrir lo mejor del turismo de naturaleza, aventura, cultura y gastronomía.
Uno de los 116 municipios que hace parte de esta zona del país es Cota, ubicado en la provincia de Sabana Occidente a unos 26 kilómetros al noroeste de Bogotá, lo que representa alrededor de 45 minutos de viaje en automóvil.
Este municipio es conocido por su clima templado y sus paisajes rurales, siendo un lugar ideal para quienes buscan una conexión con la naturaleza cerca de la capital, según señala la Gobernación de Cundinamarca.
“Situado en la Sabana de Bogotá, Cota tiene una altitud de aproximadamente 2,560 metros sobre el nivel del mar. El municipio está rodeado de montañas y cuenta con varios cuerpos de agua, incluyendo el río Bogotá, que atraviesa su territorio”, agrega la entidad.
Lo más leído

Historia
La Gobernación señala que la historia de Cota se remonta a la época prehispánica, cuando el territorio era habitado por los indígenas muiscas. El municipio fue fundado oficialmente en 1604 por el capitán Juan de Vera.
Cota, en lengua chibcha, quiere decir desgreñado, crespo, encrespado. Y se le conoce como la ‘capital indígena colombiana’, debido a que la mayoría de los chibchas vivieron más cerca a este territorio que a Bogotá, según señala la alcaldía del municipio.
En materia económica, la principal actividad productiva del municipio es la agricultura, destacándose el cultivo de flores, hortalizas y frutas. La ganadería y la avicultura también son actividades económicas importantes.
Atractivos
Entre los principales atractivos del municipio está el cerro de Majuy, el cual es ideal para el ecoturismo y las actividades recreativas al aire libre.
“Este cerro es considerado un sitio sagrado para los muiscas y ofrece vistas panorámicas del municipio y sus alrededores”, agrega la Gobernación.
Según señala la alcaldía del municipio, una parte del cerro es un resguardo indígena, donde nativos pobladores de la región viven sin intervención del estado.
Así mismo, es un espacio en el que se encuentra la fauna de la región.
“En la Serranía del Majuy, hemos tenido el privilegio de registrar la presencia de dos habitantes de nuestros bosques montañosos: el zorro perruno (Cerdocyon thing) y la comadreja (Mustela frenata), quienes desempeñan un papel fundamental en el equilibrio ecológico de nuestra hermosa montaña”, destaca la alcaldía.
La parroquia de nuestra señora del Rosario es otro de interés del municipio. Es una edificación de gran valor histórico y arquitectónico que se ha convertido en un símbolo del municipio.