Turismo
El pueblo boyacense que tiene nombre ancestral y es reconocido por sus aguas termales, un destino ideal para el ecoturismo
Se ubica a 51 kilómetros de Tunja.
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El departamento de Boyacá, ubicado en el centro de Colombia, es un destino con grandes atractivos turísticos para sus habitantes y visitantes. Entre sus 123 municipios se encuentra Zetaquira, ubicado a 51 kilómetros de Tunja.
De acuerdo con el Sistema de Información Turística de Boyacá (Situr Boyacá), el nombre de esta población proviene de la palabra zytaquira, que, en lengua muisca, significa ‘lugar de la culebra’. Este nombre ancestral fue cambiado durante el siglo XIX por el de San José de la Florida, pero posteriormente fue retomado.
“Zetaquira es la denominación con la que se le conoció al asentamiento que había en esta región a la llegada de los españoles, en la época de la conquista. Cuando los padres dominicos llegaron, levantaron una capilla con el nombre de Nuestra Señora del Rosario y, luego, en 1858, se le cambió el nombre indígena de Zetaquira por el de San José de la Florida. Posteriormente, en 1869, se le devolvió su nombre ancestral y en 1904 se elevó a la categoría de municipio”, asegura Situr.
Geografía
Zetaquira está ubicado en el piedemonte de la cordillera Oriental y en cercanías del páramo de Mamapacha y el Lago de Tota. Es reconocido por sus cascadas de agua termal y por sus sitios considerados como ideales para practicar el senderismo.

“Son famosos sus 32 nacimientos termales de agua dulce, entre los cuales se destacan la cascada termal más alta de Colombia y la cascada con tres temperaturas, localizada sobre el río Mueche. Además, cuenta con otros exóticos parajes para la práctica del senderismo, como el cerro de la Virgen del Coro (protectora del Valle de Lenguapá) y los caminos muiscas que llegan y rodean la laguna de Tierra Blanca”, resalta el sistema de información turística boyacense.
El municipio también es destacado por su producción de café y por las fiestas de la cultura cafetera, que se realizan en el mes de diciembre.
Estas festividades son consideradas como un “escenario lleno de colores y aromas”, en el que los expertos caficultores, “en fincas rodeadas de ceibos y platanales, le explican al visitante por qué su café, cultivado con el amor y el esmero del campesino boyacense, fue considerado la mejor taza del país durante dos años consecutivos”.
“Es imposible no amar a la región de la culebra. Un lugar predestinado a cautivar al visitante con sus aguas termales y sus cascadas, para luego deleitarlo con el aroma y el sabor de su afamado café”, subraya Situr Boyacá.