Turismo
El pequeño pueblo antioqueño donde se disfruta de fríos amaneceres mientras se observa cómo una nube blanca cubre el valle
Este municipio está en el norte del departamento, a tres horas de Medellín.

Antioquia es un departamento que destaca por su variedad de climas. En este territorio hay zonas o municipios con climas cálidos y otros en donde la temperatura es muy baja y la neblina es protagonista del paisaje.
Uno de esos lugares ideales no solo para contactar con la naturaleza, sino para apreciar hermosos amaneceres en medio del frío de la mañana, es San José de la Montaña, que tiene una temperatura promedio de 13 grados centígrados y está a tres horas de Medellín, capital del departamento.
Este destino es reconocido por ser ‘la casa de un bosque de niebla’. Se dice que este bosque se convierte en uno de los momentos mágicos que los visitantes pueden vivir en San José de la Montaña.
La recomendación es subirse a cualquier parte alta alrededor de su casco urbano y apreciar, en el amanecer, como se forma una capa de nube blanca que cubre el valle, una experiencia única y mágica que los amantes de la naturaleza y del bienestar atesoran.
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Según el portal Corregimientos Antioquia, indica que el territorio que hoy ocupa este municipio en un principio fue un gran valle de bosques de robles y palmas de cera, habitado por los indios Nutabe.
A nivel ecológico, San José de la Montaña toma gran importancia en la conservación de ecosistemas únicos en Antioquia, donde destaca el páramo de Santa Inés, el valle de los frailejones y las cavernas de Santa Bárbara, lo que refleja la magia del lugar donde se puede respirar el aire más puro y deleitarse con sus hermosos paisajes.
Lugares naturales imperdibles
Para quienes disfrutan las caminatas pueden realizar un recorrido hacia el Alto del Cristo de la Arabia, en donde se encuentra el monumento del cristo redentor y se hace avistamiento de fauna y flora nativas de la zona.
El portal Turismo Antioquia Travel indica que este es uno de los miradores naturales que los turistas no pueden dejar de visitar por sus paisajes y por el Valle de los Frailejones. Es un lugar perfecto para desconectarse y tener un encuentro íntimo con la naturaleza, a 3.550 metros sobre el nivel del mar.
Una opción más es el río San Andrés, considerado una zona ideal para el descanso y para realizar camping. Además, en este afluente se practica pesca deportiva de la trucha arco iris. Una de las recomendaciones del mencionado sitio web es que si se planea acampar allí, el viajero debe llevar ropa adecuada para las bajas temperaturas, hidratación y alimentos que brinden calorías.

A 20 kilómetros del casco urbano de este pueblo está el Páramo Santa Inés. Se trata de un paraíso rico en fauna y flora, en donde las orquídeas son protagonistas. Para ir hasta allí se requiere de una caminata de al menos dos horas, por lo que es importante irse preparado con ropa cómoda, pero abrigada.
Por último, pero no menos importante, está el páramo de Belmira. Este imponente sitio conecta con el páramo de Santa Inés y ambos hacen parte del sistema de páramos y bosques altoandinos del noroccidente medio antioqueño.
Este lugar se encuentra a 2.400 y 3.350 metros sobre el nivel del mar y si bien escalarlo puede ser agotador, el proceso de restauración de frailejones y el hermoso ecosistema de lagos harán de esta ruta de 8 horas de duración y 9,5 kilómetros de recorrido una experiencia magistral, indica Turismo Antioquia Travel.