Turismo
El nombre de este pueblo cundinamarqués significa “boquerón de la arroyada”, un lugar que cautiva con sus imponentes paisajes
También se destaca por su rica herencia cultural y se encuentra situado al nororiente del departamento.

El departamento de Cundinamarca cuenta con varios municipios que han desarrollado una vocación turística ejemplar, donde se promueve el turismo de naturaleza con prácticas sostenibles que, además, involucran de forma activa a la comunidad.
Esto ha hecho que varios de sus pueblos sean reconocidos como verdaderas joyas que cautivan por varios factores, entre esos sus imponentes paisajes y riqueza cultural, como es el caso del municipio de Sesquilé, situado al nororiente del departamento.
De acuerdo con información registrada en la página de la Gobernación de Cundinamarca, esta población se encuentra a aproximadamente 55 kilómetros al noreste de Bogotá, lo que representa un viaje por carretera de alrededor de 1 hora y 40 minutos.
Asimismo, explica que es un municipio cundinamarqués conocido por su clima frío y su importancia histórica y cultural, incluyendo entre sus mejores sitios de interés la Laguna de Guatavita, situada entre éste y el municipio que lleva el mismo nombre de este emblemático cuerpo de agua, así como los restos arqueológicos muiscas.

Su nombre, según explica un artículo publicado por la revista del Fondo Nacional de Turismo (Fontur), es de origen muisca y significa “boquerón de la arroyada” o “agua caliente”, dato que muchos de sus visitantes desconocen, pero que es de gran relevancia en su registro histórico.
Sesquilé es un destino atractivo para el turismo histórico y ecológico, que cautiva con su combinación de paisajes de altura entre montañas nubladas y rodeado por agua de lagunas y represas, destaca Fontur.
Además, lo describe como “un lugar donde el mito cobra vida” por la relación que existe entre la Laguna de Guatavita y la leyenda de El Dorado, que se originó en los antiguos rituales realizados por la tribu Muisca.

Según el mito, “el rey muisca se cubría de polvo de oro y navegaba hacia el centro de la laguna, ofreciendo oro y joyas preciosas a los dioses”, explica el portal oficial de turismo Colombia Travel. Dichas ceremonias llevaron a la idea de una ciudad de oro, inspirando así innumerables expediciones a lo largo de la historia.
Aunque hasta ahora no se ha encontrado ninguna ciudad dorada, la laguna sigue siendo un tesoro de que resguarda un importante significado cultural y enamora con su belleza natural.
Para quienes desean explorar Sesquilé y conocer sobre su historia, cultura y tradiciones, se aconseja no pasar por alto su gastronomía local con platos típicos como las sopas de maíz pelado o el cuchuco, que han logrado conquistar varios paladares.