Así es el Oído del Mundo, una joya natural secreta de Minca, un destino mágico en el Caribe colombiano que vale la pena explorar

La Minca, en Colombia, es uno de los encantos imperdibles durante un viaje por la región del gran Caribe colombiano. Este destino es ideal para los amantes de las caminatas al aire libre que buscan desconectarse de la rutina, explorar su rica biodiversidad y sumergirse en sus ríos.

Este pequeño pueblo cafetero se encuentra enclavado en las montañas de la Sierra Nevada de Santa Marta, en el departamento del Magdalena, al norte del país, a unos 15 kilómetros de Santa Marta.

Entre sus joyas naturales para conocer se encuentra la Cascada el Oído del Mundo, una de las tantas que lo conforman que tiene un significado especial en la cosmogonía de los Kogui, uno de los pueblos indígenas que aún habitan en la Sierra Nevada.

Allí se realizan rituales en honor a la Madre Tierra, según explica el portal de viajes Travelgrafía, motivo por el que es uno de los lugares ancestrales y sagrados más importantes para este pueblo.

En la zona donde está situada esta piscina natural, los viajeros pueden experimentar una conexión profunda con la naturaleza en medio de un maravilloso paisaje que invita a desconectarse de la rutina y sentir el aire fresco.

Para llegar a la cascada desde el centro del pueblo, de acuerdo con la misma fuente, hay que dirigirse primero a la iglesia de Minca y caminar unos 30 minutos siguiendo la misma ruta que lleva a las Cascadas de Marinka.

Su nombre, para los indígenas Koguis, hace referencia a uno de los oídos de la tierra, motivo por el que se dice que cuando tienen una petición importante que hacerle a la Madre Tierra, van a este sitio a susurrarle al oído.

Otros planes para aprovechar su viaje a Minca

• Visitar las Cascadas de Marinka: este balneario compuesto por dos piscinas naturales, queda a 3,3 kilómetros del pueblo. Allí es posible llegar haciendo senderismo, con un recorrido que dura aproximadamente 90 minutos, indica el sitio especializado en turismo Colombia Travel.
• Conocer el Pozo Azul: para llegar a este lugar lleno de color y múltiples cascadas hay otro sendero ecológico. Queda a 4,8 kilómetros del pueblo y el recorrido dura 55 minutos aproximadamente. Fue bautizado con este nombre por la refracción del espectro solar, un fenómeno que genera rayos de luz de distintas tonalidades de azul, las cuales atraviesan las ramas de los árboles y se ven reflejados en las cascadas.

• Explorar fincas cafeteras: entre 1815 y 1915 se asentó la caficultura en la zona, motivo por el que es posible hacer el tour del café en Minca. Como parte de este plan se recorren las fincas cafeteras más importantes del pueblo con el objetivo de conocer las diferentes etapas y máquinas que se usan para el proceso del café. También se aprende sobre el sistema de recolección de sus granos y, por supuesto, una infaltable degustación.
• Disfrutar una experiencia espiritual en El Tabor: se trata de un refugio de recogimiento y meditación, ideal para quienes buscan un ambiente de paz y relajación. Allí todos son bienvenidos y su propósito es lograr una conexión con el yo interno en medio de la naturaleza colombiana.