Tecnología
Elon Musk desató polémica tras anunciar a Baby Grok, una nueva aplicación de su inteligencia artificial “para niños”
El anuncio de Baby Grok puso a Elon Musk nuevamente en el centro del debate.


Elon Musk vuelve a estar en el centro de la conversación digital tras anunciar un nuevo proyecto de inteligencia artificial diseñado especialmente para menores. La iniciativa, presentada como Baby Grok, ha provocado reacciones divididas en redes sociales y entre organizaciones que trabajan por la protección infantil.
¿Qué es Grok y cuál es el objetivo de su nueva versión?
Grok es el nombre del sistema de inteligencia artificial desarrollado por la empresa xAI, una de las compañías tecnológicas lideradas por Musk. Este asistente conversacional, al estilo de otros modelos de lenguaje, está integrado a plataformas como X y se ha destacado por un enfoque más libre y menos filtrado en sus respuestas.
Su capacidad de interactuar de forma continua y personalizada ha sido parte del atractivo para quienes buscan alternativas a otras IAs con restricciones más marcadas.
Recientemente, el empresario sudafricano anunció que la próxima apuesta de xAI será una edición dirigida a un público infantil. A través de una publicación en su cuenta oficial, afirmó: “Vamos a crear Baby Grok @xAI, una aplicación dedicada a contenido para niños”.
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We’re going to make Baby Grok @xAI, an app dedicated to kid-friendly content
— Elon Musk (@elonmusk) July 20, 2025
Esto implicaría adaptar la IA a parámetros adecuados para menores, filtrando el contenido y quizás replanteando la dinámica de interacción con miras a fomentar el aprendizaje, la curiosidad o el entretenimiento seguro.
Polémica por preocupaciones por el uso de IA en la infancia
Pese al potencial innovador del proyecto, la propuesta generó controversia casi inmediata.
Las reacciones en plataformas digitales no se hicieron esperar. Numerosos usuarios expresaron su rechazo a la idea de acercar inteligencia artificial a los niños, argumentando que en una etapa clave del desarrollo cognitivo y emocional, los menores deberían enfocarse en vivencias tangibles y actividades que estimulen su creatividad de forma natural. Señalaron que el contacto con el entorno, el juego libre y la interacción humana son fundamentales para construir habilidades sociales, desarrollar empatía y fomentar la imaginación.
En ese sentido, varias opiniones coincidieron en que la introducción de chatbots en la vida cotidiana de los menores podría tener efectos contraproducentes. Uno de los temores más reiterados es la posibilidad de que se normalicen los vínculos artificiales desde edades muy tempranas, desplazando la importancia de las relaciones humanas reales.
También hubo quienes alertaron sobre una dependencia excesiva de dispositivos tecnológicos, lo cual podría generar dificultades en la regulación emocional, la atención sostenida y la capacidad de enfrentar la frustración sin mediación digital.

Además, el debate se extendió hacia el papel que deben tener los adultos en la gestión de la tecnología en la infancia. Muchos internautas cuestionaron si realmente es necesario o beneficioso crear una IA específicamente para niños, o si esto responde más a intereses comerciales que al bienestar infantil. En medio del creciente escrutinio público sobre el impacto de las pantallas en el desarrollo neurológico, Baby Grok parece haber encendido una alarma en sectores que consideran prioritario preservar la infancia como un espacio libre de algoritmos.
Andy Burrows, quien lidera la Fundación Molly Rose, manifestó su preocupación ante la intención de Elon Musk de lanzar una inteligencia artificial dirigida al público infantil. Según advirtió, los asistentes conversacionales tienen la capacidad de crear conexiones emocionales con los menores, lo que podría llevar a que los niños recurran a estas tecnologías en busca de orientación o consuelo emocional, especialmente en temas de salud mental, con consecuencias potencialmente negativas.
Aunque el concepto de Baby Grok podría representar un avance hacia la personalización de la inteligencia artificial por rango etario, también ha puesto en evidencia la urgencia de regular estos desarrollos tecnológicos, especialmente cuando están orientados a públicos vulnerables. La pregunta clave no es solo si se puede construir una IA para niños, sino si realmente se debe.