Ciencia
Científicos desmoronaron la perspectiva de Elon Musk: el rumbo de la Tierra tiene otro destino
La comunidad científica ofrece una nueva perspectiva sobre el destino del planeta Tierra.


A lo largo de la historia, la humanidad ha formulado numerosas teorías sobre cómo podría extinguirse la vida en nuestro planeta. Desde escenarios apocalípticos por impacto de asteroides hasta un colapso climático irreversible, las hipótesis varían según el campo científico y la perspectiva tecnológica.
Una de las ideas más difundidas en los últimos años ha sido la que propone Elon Musk: la expansión del Sol acabaría por consumir la Tierra. Sin embargo, una nueva investigación sugiere que el destino del planeta podría estar sellado mucho antes, y de una forma menos espectacular, pero igualmente inevitable.
La advertencia solar de Musk: una Tierra abrasada por su propia estrella
Durante una intervención televisiva, Elon Musk compartió su perspectiva sobre el desenlace terrestre. Según el magnate tecnológico, la evolución natural del Sol lo llevará a convertirse en una gigantesca esfera incandescente que arrasará con todo a su paso, incluida la biosfera terrestre.
En su opinión, esto refuerza la necesidad de que la humanidad se expanda más allá de su planeta natal, y sugiere que Marte representa una posible vía de supervivencia.

Musk basa su argumento en el proceso evolutivo de las estrellas como nuestro Sol, identificado como una enana amarilla con una vida útil aproximada de 10.000 millones de años.
Actualmente, el astro central del sistema solar ha completado casi la mitad de ese ciclo. A medida que envejezca, se expandirá hasta convertirse en una gigante roja, lo que, según Musk, acabaría con toda forma de vida terrestre.
Una atmósfera sin oxígeno: la hipótesis que cambia el panorama
Un equipo de investigadores de Japón y Estados Unidos ha publicado en la revista Nature Geoscience una proyección que cambia radicalmente lo que se creía sobre el fin de la vida terrestre señalado por Musk.
A través de más de 400.000 simulaciones sobre la evolución geológica y biológica del planeta, el estudio concluye que la atmósfera sufrirá una pérdida drástica de oxígeno en un lapso mucho menor al anticipado por teorías solares.
El modelo sugiere que el aumento gradual de la radiación solar afectará el equilibrio del ciclo de los carbonatos y silicatos. Como consecuencia, disminuirán las concentraciones de dióxido de carbono, lo que llevará a la extinción de las plantas y otros organismos fotosintéticos, principales generadores de oxígeno.

“La atmósfera después de la gran desoxigenación se caracteriza por un alto contenido de metano, bajos niveles de CO2 y ausencia de capa de ozono. El sistema terrestre probablemente será un mundo de formas de vida anaeróbicas”, afirma Dr. Kazumi Ozaki, coautor del estudio.
Este fenómeno ocasionará una caída abrupta en los niveles de oxígeno atmosférico, incompatible con la vida tal como la conocemos.
Según las proyecciones, este proceso de desoxigenación ocurrirá dentro de aproximadamente 1.080 millones de años. Esta cifra plantea un desafío a la predicción de Musk, ya que, de confirmarse, el colapso ecológico tendría lugar mucho antes de que el Sol alcance su fase final.
A diferencia de la visión de Musk centrada en una catástrofe estelar, el nuevo estudio apunta a un deterioro interno del planeta como el verdadero detonante de la extinción. En lugar de ser arrasada por una explosión solar, la Tierra podría regresar a un estado similar al que tenía hace más de 2.500 millones de años, en el que el oxígeno era prácticamente inexistente.