Ana Rocío Sabogal impulsa el compromiso empresarial por el bienestar colectivo

Su tesis doctoral en Derecho fue distinguida hace unas semanas como summa cum laude por la Universidad Externado. Su investigación se centra en los límites de la libertad empresarial al explorar la tensión entre el principio pro libertate –que les permite a las compañías actuar mientras no esté expresamente prohibido– y el mandato constitucional de respetar los derechos ajenos.

Esta investigación refleja su compromiso con el bienestar colectivo y su enfoque de liderazgo en lo que define como “sensibilidad humana estratégica”: reconocer el valor de cada individuo y su potencial transformador dentro de cada equipo de trabajo y empresa.

Según la Gran Encuesta Integrada de Hogares 2023, en el sector privado trabajan 9,8 millones de colombianos. “Si tenemos en cuenta que cada uno pertenece a un núcleo familiar, el impacto empresarial alcanza a una parte significativa de la población. La reflexión es que tenemos un gran campo de acción para impactarlos”, afirma. Como líder del Grupo Altum –conglomerado empresarial enfocado en la prestación de servicios como seguridad física y electrónica, limpieza, mercadeo y ventas, entre otros procesos de outsourcing– ha promovido una cultura organizacional basada en el respeto por los derechos humanos fundamentales.

“Me he centrado en valorar la dignidad de cada persona, fomentando entornos que impulsen el desarrollo individual, el fortalecimiento de habilidades y el crecimiento profesional. Nos interesa sumar una visión distinta y complementaria”, señala. Su trayectoria dentro del holding comenzó hace 23 años como líder de una de las compañías. Venía del sector público, donde se desempeñó como directora jurídica y secretaria general, especializada en temas ambientales y de desarrollo regional. Desde hace una década está al frente de todo el conglomerado, conformado por 40 compañías en Colombia, Brasil, Ecuador, España y México, con 50.000 empleados en total.

Su liderazgo se basa en principios personales forjados desde la infancia: “Ser coherente, no juzgar a nadie y no creerse el cuento de las limitaciones”. Además del doctorado en Derecho, tiene otro en Administración de Negocios y una maestría en Comercio Exterior.

Pero también habla con convicción de lo que llama su “superdoctorado” en desarrollo personal, una búsqueda constante de crecimiento interior. “No escatimo lectura ni formación para avanzar en mi sentido espiritual. Si no fuera así, no estaría aquí. Sé que somos más que un cuerpo y cada uno de nosotros tiene una misión para trascender”. En esta área se proyecta expandiendo su campo de acción.