Política
A Gustavo Petro le queda menos de un año en la Presidencia: esta es la larga lista de asuntos pendientes que prometió y no ha cumplido
El presidente Gustavo Petro tiene poco tiempo para cumplir sus promesas de campaña en un contexto en el que los principales temas de su agenda no van bien. Esta es la evaluación de los expertos.


A Gustavo Petro le queda un año en la presidencia para cumplir sus promesas de campaña, y el panorama para hacer realidad tales objetivos no es alentador en los principales asuntos de la agenda nacional, temas que el mandatario propuso cuando prometió un “cambio”, aún en construcción.
El sistema de salud, el orden público, las finanzas del Estado, las relaciones internacionales y el panorama para las elecciones presidenciales de 2026 no marchan bien, y el tiempo es cada vez más corto para hacer ajustes en esos asuntos antes de que finalice su periodo en la Casa de Nariño.
La Superintendencia de Salud pasó de recibir 556.000 quejas en el primer semestre de 2022, antes de la administración Petro, a reportar 978.000 para el mismo periodo de 2025. Esto representa un incremento del 75 por ciento en ese indicador, que mide el acceso de los pacientes al sistema.
El Gobierno no ha podido tramitar su reforma a la salud por el Congreso y, así ese articulado sea aprobado en las próximas semanas, la implementación del nuevo esquema dependerá del próximo inquilino de la Casa de Nariño. Este recibirá un sistema en el que más de la mitad de los usuarios estarán dependiendo del Estado para que se les garantice su derecho a la salud, pues las principales EPS son administradas por agentes interventores.

En materia de orden público, el panorama tampoco es alentador. El presidente emprendió conversaciones de paz con cerca de 22 grupos al margen de la ley. Solo prosperó uno de esos procesos, con los Comuneros del Sur. Sin embargo, como pudo constatar SEMANA, esa guerrilla se rearmó y está actuando bajo el nombre de Autodefensas Unidas de Nariño. No hay paz con ningún actor ilegal.
Marta Lucía Ramírez, exvicepresidenta y exministra de Defensa, advirtió que el mandatario tiene los retos de devolverles la confianza a los colombianos como comandante de las Fuerzas Armadas, mejorar las condiciones de seguridad (sobre todo en regiones como el suroccidente y el Catatumbo), garantizar la presencia del Estado en la frontera con Venezuela, mantener los niveles de cooperación militar y mejorar la excelencia en las Fuerzas Armadas.
“La inacción de la fuerza pública ordenada por él, debido a las negociaciones de la paz total, ha generado amenazas graves a la vida de los colombianos, pero también ha costado la muerte de soldados y policías, a los que han matado en estado de indefensión los miembros de los distintos grupos terroristas y criminales”, apuntó Ramírez.

Alineado con el orden público, el exregistrador Alexánder Vega indicó que la seguridad para las elecciones será un desafío no solo en materia de logística del proceso electoral, sino en la seguridad para los candidatos al Congreso y a la Presidencia. Vega resaltó que el jefe de Estado debe comprometerse a evitar la injerencia de grupos y bandas criminales sobre los electores, además de impedir el traslado de puestos de votación por razones de constreñimiento.
Otro asunto que no marcha bien son las finanzas del Estado, con un escenario de déficit fiscal del 7,8 por ciento del PIB y desfinanciación de más de 38 billones de pesos. Por eso, el exministro José Manuel Restrepo subrayó que uno de los pendientes del Gobierno es garantizar que el país deje de perder credibilidad en el manejo de su política económica y fiscal. “El desafío es encontrar fuentes de financiación menos costosas e intentar tramitar una reforma tributaria a la que no se le encuentra sentido. Tendrá que hacer un gran esfuerzo de disminución de gasto público”, afirmó Restrepo.
Finalmente, no pueden ignorarse las relaciones internacionales, que ahora enfrentan tensiones con Ecuador, Estados Unidos y Perú. El excanciller Julio Londoño Paredes aseguró que recomponer ese frente será uno de los principales retos que deberá asumir el presidente en el cierre de su mandato, especialmente con un asunto crucial que se definirá en cuestión de semanas: la certificación de Estados Unidos. El juicio sobre los resultados, positivos o negativos, de la administración Petro dependerá en gran medida de cómo se resuelvan estos asuntos.