Orden Público
Del Clan del Golfo al Ejército Gaitanista de Colombia: así se fortaleció ese grupo criminal en medio de la paz total
SEMANA conoció información de inteligencia de la Policía en la que se alerta por el agresivo plan de repotenciación del Clan del Golfo, en medio de la paz total del Gobierno del presidente Gustavo Petro.

Documentos, fotografías y videos en poder de la Policía dejan ver los aterradores centros de entrenamiento con los que cuenta el rebautizado Ejército Gaitanista de Colombia en el Magdalena Medio. En las imágenes se observa a los criminales impecablemente uniformados con prendas de corte militar. Formados con la dura disciplina que caracterizó a las Autodefensas Unidas en su máxima expresión, cuando se dio en una guerra sin reglas contra la extinta guerrilla de las Farc.
En medio de la actividad de entrenamiento a los mercenarios del Clan del Golfo, se les ve con uniformes confeccionados recientemente, botas limpias, brazaletes con las nuevas siglas EGC en su brazo izquierdo y, lo más preocupante para la fuerza pública, los modernos equipos de comunicaciones y fusiles con los que se encuentran dotados.

Investigadores de la Dirección de Inteligencia de la Policía confirmaron que la información consignada allí es altamente sensible, pues la situación que lograron identificar los agentes encubiertos muestra que el país regresó unos 20 años atrás, cuando los grupos criminales estaban sacándole ventaja a la fuerza pública.
La formación militar del ahora llamado Ejército Gaitanista de Colombia tiene inquietas a las agencias de seguridad del Estado, que tratan de verificar quién está asesorando en esta materia al repotenciado Clan del Golfo.
Todo parece indicar que los grupos criminales están en una carrera de fortalecimiento usando los mismos métodos: campos improvisados y adecuados con obstáculos para el entrenamiento de sus hombres, a quienes someten a exigentes pruebas físicas, adoctrinamiento ideológico y ‘clases de graduación’ (atentar contra integrantes de la fuerza pública).

¿Y por qué se habla de repotenciado? Porque así lo muestran las cifras de organismos humanitarios como la Defensoría del Pueblo, que para 2024 documentó que el Ejército Gaitanista de Colombia hacía presencia en 345 municipios del país, creciendo en un 62 por ciento con respecto a 2019. Es decir, el Clan del Golfo pasó de estar en 213 municipios en 2019 a 345 en 2024.
Incluso en los documentos de la Defensoría del Pueblo se le da el trato de Ejército Gaitanista de Colombia y no de Autodefensas Gaitanistas. Su fortaleza en terreno está en la región Caribe y en el noroccidente del país.
En esas zonas manejan temas de contrabando, minería ilegal, narcotráfico, tráfico de migrantes, secuestros, extorsiones y homicidios. En el mapa nacional de advertencia de la Defensoría, se señala que los grupos criminales de alto impacto como el Ejército Gaitanista de Colombia, el ELN y las disidencias de las Farc tienen en jaque en materia de seguridad y orden público a 809 municipios en los 32 departamentos. “No hay un solo departamento del país que se encuentre sin advertencia”, indica la Defensoría del Pueblo.

El plan
Inteligencia de la Policía encontró que detrás del plan de repotenciación del Clan del Golfo estarían varios personajes que cuentan con una extensa trayectoria criminal y un sanguinario pasado dentro de las extintas AUC, algunos de ellos beneficiados con solicitudes expresas del Gobierno del presidente Petro, como suspensiones de órdenes de captura por parte de la Fiscalía, para que formen parte del proyecto de paz total.
Dentro de los nombres que tienen los hombres de inteligencia de la Policía como los cerebros de la repotenciación del Clan del Golfo se encuentran Orozman Orlando Osten, alias Rodrigo Flechas; Luis Armando Castañeda, alias Jerónimo o Bruno; Arnubio Triana Mahecha, alias Botalón; Elkin Casarrubia Posada, alias el Cura; Juan Carlos Rodríguez, alias Zeus (quien murió en un operativo de la fuerza pública); alias Javier, hombre de confianza de Chiquito Malo (máximo cabecilla del EGC), y Oliveiro Isaza Gómez, alias Terror, muerto en un operativo de la Policía.

La inteligencia de la fuerza pública ha recopilado información esencial del EGC dentro del plan expansionista. Allí se encontró que para lograr el objetivo debían contar con gente de experiencia y, por tal razón, optaron por reencauchar a viejos criminales, como alias Zeus, mayor retirado del Ejército, quien tenía la misión de la instrucción táctico-militar de los mercenarios reclutando personal retirado de la institución castrense, mientras que alias Terror tenía asignada la tarea de crecer desde el Magdalena Medio, en lo que se conoció como proyecto centro.
En los campos móviles de entrenamiento, el EGC ha optado por combinar viejas estrategias de guerra con los nuevos componentes tecnológicos. A los mercenarios los instruyen con cursos de contraguerrilla; de acuerdo con sus habilidades, los fortalecen en capacidades como detección de campos minados asignándoles dos perros que han entrenado para detectar artefactos explosivos, y a otros los capacitan en el manejo de sofisticados drones, porque, señalan, la guerra se transformó.

Las instrucciones para la expansión del Clan del Golfo han salido de las unidades más poderosas, que se encuentran en Chocó y Magdalena Medio, desde donde ordenaron la toma a sangre y fuego en regiones donde no son fuertes, como Cauca, Nariño y Valle del Cauca.
La reconfiguración del Clan del Golfo como Ejército Gaitanista tiene un propósito especial, según expertos. Para el general del Ejército en retiro Gustavo Matamoros, la intención es lograr una postura de ventaja ante el Gobierno que los llamó a negociar la paz. “Lo de nombrarse como ejército es para ganar estatus, para mostrarse fuertes ante las negociaciones. No es lo mismo llegar como un clan a llegar como ejército”, explicó el general Matamoros.

Pero indicó que no se puede desconocer el fortalecimiento que ha tenido el Clan del Golfo últimamente, en especial durante el Gobierno Petro. “El Clan del Golfo ha venido creciendo no solo en hombres, sino en el apoyo de la población en ciertas áreas, como ocurrió con las Farc. Han logrado cooptar a la gente en los territorios; allá dependen económicamente de ellos y no del Estado”.
En cifras, la fuerza pública ha reconocido un incremento de integrantes del Clan del Golfo en el país y mayor presencia en las regiones, llegando a contabilizar más de 7.000 integrantes, cuando en el pasado Gobierno se calculaban 4.000. Sin embargo, voceros de la mayor organización narcotraficante indicaron que son 14.000. Cambio extremo.