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Una mujer de 106 años denuncia los problemas que tiene en aeropuertos de EE. UU.: “No soy una anciana tonta”
Es esencial que se implementen soluciones tecnológicas que reconozcan y acomoden las edades avanzadas, reflejando la realidad demográfica actual.

Cretora Biggerstaff, una mujer de 106 años originaria de Texas, ha expresado su frustración por las dificultades que enfrenta al viajar por aeropuertos de Estados Unidos. A pesar de contar con una identificación válida del estado de Texas que cumple con los estándares de seguridad, afirma que el personal aeroportuario cuestiona repetidamente su edad y capacidad para viajar.
Biggerstaff, quien realiza viajes dos veces al año a Gainesville, Florida, junto a su hija, sospecha que los sistemas informáticos de las aerolíneas no están preparados para procesar edades superiores a 100 años. Esta situación la lleva a sentirse subestimada y tratada como si fuera incapaz debido a su avanzada edad. Su amiga, Arline Thienel, respalda esta preocupación y sugiere que los sistemas deberían actualizarse para reconocer edades hasta 120 años, reflejando el aumento en la longevidad de la población.
Ambas mujeres han enviado cartas al departamento de transporte de Estados Unidos y a los directores ejecutivos de aerolíneas como United Airlines y Delta Air Lines, solicitando mejoras en los sistemas para evitar que pasajeros de edad avanzada enfrenten estrés innecesario durante sus viajes.

Según Fox News, Biggerstaff indicó que siente que la menosprecian cada vez que viaja. “Si pudiera lograr que las aerolíneas entendieran que no soy una anciana tonta, y eso es lo que creen que soy; que no sé si vengo o voy”, expresó en una entrevista al medio. A pesar de la avanzada edad, ella subraya que no encaja con los estereotipos asociados a los centenarios en situaciones de movilidad restringida.
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La administración de seguridad en el transporte (TSA) tiene directrices específicas para pasajeros de 75 años o más, permitiéndoles, por ejemplo, dejarse puestos los zapatos durante el proceso de control de seguridad. Sin embargo, las experiencias de Biggerstaff sugieren que aún existen desafíos significativos para los viajeros de mayor edad, lo que pone de manifiesto la necesidad de adaptar los procedimientos y sistemas a una población que envejece.
Este caso resalta la importancia de actualizar las tecnologías y procedimientos en los aeropuertos para garantizar que todos los pasajeros, independientemente de su edad, sean tratados con respeto y dignidad. Además, subraya la necesidad de que el personal aeroportuario reciba formación adecuada para manejar situaciones relacionadas con pasajeros centenarios, asegurando que las políticas de seguridad no resulten discriminatorias ni causen molestias innecesarias.

No es la primera vez que esta longeva mujer capta la atención de los medios. Según el Daily Mail, el año pasado celebró su cumpleaños número 105 junto a otras tres mujeres centenarias en un centro de vida activa. Durante el evento, destacó la importancia de su fe y optimismo como factores clave para mantenerse con vitalidad.
Según expertos en derechos de los adultos mayores consultados por Fox News, casos como el de Biggerstaff podrían impulsar revisión en las políticas y procedimientos de las aerolíneas y entidades de transporte federal.
Estos incidentes evidencian la necesidad urgente de que las aerolíneas y las autoridades aeroportuarias revisen y actualicen sus sistemas y procedimientos. Es esencial que se implementen soluciones tecnológicas que reconozcan y acomoden las edades avanzadas, reflejando la realidad demográfica actual y promoviendo una experiencia de viaje más inclusiva y respetuosa para todos los pasajeros.