Terror en EE. UU.: hombre armado fue atropellado y abatido antes de cometer una masacre

Un hombre disparó en contra de un grupo de fieles frente a una iglesia el pasado domingo, posteriormente fue atropellado por un carro antes de recibir una serie de disparos por parte de los oficiales de seguridad, para evitar que este llevara a cabo un tiroteo masivo en el lugar, según informó la policía estatal.

La tragedia tuvo lugar en Wayne, en el estado de Michigan, en Estados Unidos. Los religiosos que acudieron a la misa en la iglesia comunitaria CrossPoint contaron que notaron al hombre armado manejando de manera imprudente. Luego, este salió de su vehículo con un chaleco táctico y portando un fusil y una pistola, detalló el jefe de la policía, Ryan Strong, en una conferencia a la prensa.

El hombre empezó a caminar hacia la iglesia, mientras que disparó en contra de unas personas que se encontraban allí. Una de las balas hirió en la pierna a un civil.

“Un feligrés atropelló al hombre armado con su vehículo mientras el hombre le disparaba repetidamente al vehículo”, dijo el jefe policial a la prensa. “Al menos dos miembros del personal le dispararon al hombre armado, causándole heridas mortales”.

Strong además anunció que el sospechoso era un hombre blanco de 31 años. El motivo de su ataque no ha sido aclarado, pero la policía le atribuye los hechos a que el hombre tenía una crisis de salud mental.

El tiroteo tuvo lugar cerca de las 11 de la mañana en la pequeña ciudad de Michigan, a 40 kilómetros de Detroit. Los medios que acudieron al lugar informaron que la persona que fue herida, recibió atención médica más tarde. La policía aseguró que ninguna otra persona resultó afectada. Strong además indicó que un religioso atropelló al hombre con su camioneta, mientras que el personal de seguridad disparó contra él.

“Estamos agradecidos por las acciones heroicas de los miembros del personal de la iglesia, que sin duda salvaron muchas vidas y evitaron un tiroteo a gran escala”, sentenció el jefe de la policía.

El sitio web de la iglesia anuncia que ofrece una misa cada domingo a las 10:45 de la mañana, ese día había dentro de la instalación unas 150 personas. Algunos de los testigos le dijeron a los periodistas que escucharon un fuerte estruendo y que, para cuando salieron, se encontraron con la trágica escena del disparador tirado en el suelo.

“Pensé que lo habían golpeado o que había chocado su auto o que estaba herido”, dijo la ciudadana Wendy Bodin al medio WXYZ-TV. “Y otra señora vio y me señaló y exclamó: ‘¡Oh, Dios mío, llama al (teléfono de emergencias) 911!’”.