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Maestra en Florida pierde su puesto por llamar a un estudiante por el nombre con el que él se identifica
Los estudiantes y la comunidad académica de escuela de secundaria levantaron su voz contra la decisión tomada por un colegio en Florida.

Un distrito escolar en Florida, Estados Unidos, tomó la decisión de no renovarle el contrato a una de sus docentes por llamar a uno de sus estudiantes por el nombre que él prefería.
La drástica medida se tomó luego de que el padre del menor denunciara a la maestra, se quejó de que “había estado refiriéndose a un estudiante por un nombre diferente al nombre legal”, dijo una portavoz de Brevard Public Schools (BPS) en un comunicado.
¿Qué dice la ley estatal?
De a cuerdo a lo dicho por el portavoz del BPS, Janet Murnaghan, a través de comunicado, con la actitud de la docente se violá el proceso para el consentimiento parental por escrito, pues los padres deben ser los principales tomadores de decisiones en la vida de sus hijos.
De acuerdo a lo informado por la entidad en mención, la maestra dijo a los funcionarios del distrito escolar que “conscientemente no cumplió con el estatuto estatal”, lo que llevó a que el distrito llevara a cabo una investigación y emitiera una carta de reprimenda.
El estatuto estatal prohíbe a los empleados de escuelas públicas K-12 referirse a otra persona por su “nombre o sus pronombres personales preferidos” si este no corresponde al sexo asignado al nacer.

Por esta razón, los estudiantes no pueden ser consultados por un empleado o contratista de una escuela pública K-12 para que comparta “su nombre o pronombres personales preferidos”.
De acuerdo con la Regla 6A-1.0955 de la Junta Estatal, los distritos escolares deben adoptar una política para que los padres especifiquen cualquier desviación del nombre legal de su hijo en la escuela.
“Los distritos escolares desarrollarán un formulario para obtener el consentimiento parental junto con cualquier documentación requerida, según corresponda”, dijo Sydney Booker, en un comunicado del Departamento de Educación de Florida.
Por este hecho, el Estado revisa el certificado de enseñanza de la docente y el distrito decidió no renovar su contrato anual “hasta que el asunto se resuelva con el estado”, dijo el distrito.

La respuesta de la comunidad
Pese a lo que dice la ley, más de 20 mil personas firmaron una petición en donde describen a la maestra en cuestión como “defensora del respeto y de los derechos de los estudiantes”, además, exigen que se le renueve el contrato.
“Fue reprendida por referirse a un estudiante por el nombre que este prefería en lugar de su nombre oficial, (lo que implica) un golpe directo a los derechos personales y al respeto”, dice la petición.
Para la comunidad, ella es un claro ejemplo de lo que debería ser una educación inclusiva y respetuosa.
También se refirieron a que este caso deja en evidencia el problema del actual sistema de educación, sobre el que falta trabajar la empatía y la comprensión.
En los últimos años, varios estados de EE. UU. restringieron la reafirmación de género, prohibieron a atletas trans participar en deportes de chicas y mujeres, y exigieron que las escuelas informen a los padres sobre las identidades de los estudiantes trans y no binarios.
Esta es una discusión que no termina y sobre la cual falta mucho por aclarar.