ESTADOS UNIDOS
Los Ángeles levanta el toque de queda tras una semana de altas cifras de violencia en protestas contra el ICE
La medida fue implementada para resguardar locales y establecimientos de la ciudad de los saqueos y la violencia de los protestantes.

La semana pasada, la administración de Los Ángeles había establecido un toque de queda en el marco de las protestas que se desataron en contra de las redadas contra los inmigrantes que ha dirigido el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Este martes, la alcaldesa de la ciudad, Karen Bass, levantó la medida, que tenía la intención de evitar y reducir los enfrentamientos de los vándalos con la policía que atendió a las manifestaciones. El toque de queda, que inició el pasado 10 de junio, proporcionó “esfuerzos exitosos de prevención y supresión del crimen”, y protegió tiendas, residencias, restaurantes y demás establecimientos, de las actuaciones violentas de algunos manifestantes.

De hecho, el pasado lunes, la administración local había reducido las horas del toque de queda al evidenciar una menor cifra de arrestos durante la noche y se registró una disminución de la violencia. Esto comparado con la jornada en la que se decidió imponer la medida, pues la alcaldesa indicó que ese 10 de junio al menos 23 locales fueron saqueados y robados, atribuyéndole la responsabilidad a los ciudadanos que se unieron a las protestas.
Así las cosas, el toque de queda abarcó únicamente la zona del centro de la ciudad, donde se conglomeraron las personas y donde los índices de violencia y saqueos fueron mayores. Este regía desde las 8 de la noche hasta las 6 de la mañana. El lunes se había reducido las horas hasta las 10 de la noche.
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Ante la situación, el presidente del país, Donald Trump, ordenó el despliegue de alrededor de 4.000 agentes de la Guardia Nacional y 700 integrantes de la marina para controlar la desbordada situación en la segunda ciudad más grande de Estados Unidos.
Y, al mismo tiempo, el fin de semana pasada demandó la mayor deportación de la historia del país norteamericano, instando a las autoridades migratorias a priorizar las detenciones de inmigrantes en las ciudades gobernadas por demócratas -como es el caso de Los Ángeles- y otras granes e importantes de la ciudad.

Por su parte, el jefe de la policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, aseguró que la medida de contención de la administración había respondido a una “preocupante escalada del comportamiento ilícito de los manifestantes”. Y detalló que durante los siete días del toque de queda, las detenciones aumentaron drásticamente: de 26 personas arrestadas el 7 de junio, pasó a superar las 200 hasta el lunes 9 de junio. Al finalizar la semana, en total fueron 575 detenidos.