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La transformación de MasterCard en Estados Unidos: así serán las tarjetas de crédito y débito del futuro
Lo que debe saber acerca del cambio de esta tarjeta y cómo lo afectará en el futuro.

La innovación y las nuevas tecnologías se han apoderado de todos los ambientes que rodean a las personas, y en el caso del uso de las tarjetas de crédito y débito no es la excepción.
Es por eso que la compañía MasterCard, una de las redes financieras de pagos más reconocidas a nivel internacional, ha dado un nuevo paso hacia el futuro, por lo que ha anunciado los cambios que se van a comenzar a ver y sus proyecciones hacia el futuro.
El cambio de MasterCard
El mundo de los pagos digitales está en constante transformación y MasterCard quiere estar a la vanguardia de estos al eliminar los tradicionales 16 dígitos de sus tarjetas débito y crédito, en un proceso que se verá finalizado en 2030, según lo anunció la misma compañía.
Se espera que para este año, los números físicos desaparecerán, y las bandas magnéticas dejarán de ser obligatorias en EE. UU. y, en su lugar, se implementarán tecnologías avanzadas.
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Uno de los objetivos principales que busca esta medida es el de fortalecer la seguridad de los usuarios, y combatir el creciente robo de identidad y fraude en las transacciones electrónicas.
Según la compañía, la desaparición de los números será acompañada por tecnologías avanzadas como la tokenización y la autenticación biométrica. Con la tokenización, cada transacción generará un código único (token) que sustituye los datos sensibles de la tarjeta.
La autenticación biométrica sirve para que los usuarios confirmen sus pagos mediante escaneo de la palma de la mano u otros métodos biométricos, eliminando la necesidad de recordar contraseñas o códigos PIN.

La tokenización y sus beneficios
En la era de los pagos digitales, la tokenización se ha vuelto fundamental para la seguridad financiera. Este método sustituye los datos sensibles de una tarjeta, como el número de cuenta, por un código único o token que no puede ser reutilizado ni clonado por ciberdelincuentes.
Al realizar una compra en línea o a través de una aplicación móvil, el sistema genera un token exclusivo para esa transacción. De este modo, incluso si un hacker logra interceptarlo, el token carecerá de valor fuera del contexto en el que fue emitido.
Este cambio implica a su vez la implementación de una bóveda de tokens, un entorno seguro donde se almacenan los datos originales, sin comprometer la información personal de los usuarios.
Beneficios para las entidades bancarias
- Mayor protección contra fraudes: los hackers no podrán utilizar los tokens robados para realizar transacciones ilegales.
- Seguridad en pagos digitales: facilita transacciones seguras en comercio electrónico y apps bancarias.
- Autenticación biométrica: se integrará con huellas dactilares, reconocimiento facial y otros métodos para mayor seguridad.
- Adopción global: se espera que la eliminación de los 16 dígitos marque un estándar en la industria financiera a nivel mundial.

El cambio requiere alianzas con bancos, empresas fintech y comercios para implementar infraestructura compatible con identificación digital y bóvedas de tokens. En EE. UU., esta transición se alinea con iniciativas globales como el euro digital, aunque con calendarios adaptados a la región.