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La frontera de Estados Unidos: un desafío para los turistas internacionales
Las crecientes medidas migratorias han generado fuertes dudas entre los viajeros que buscan ingresar a Norteamérica.

Según The New York Times, en las últimas semanas varios turistas de diferentes nacionalidades han sido detenidos o deportados al intentar ingresas a Estados Unidos, lo que ha generado bastantes inquietudes sobre el trato que se le está dando a quienes quiere visitar el país.
Las reglas de entrada a estados Unidos
El ingreso por los aeropuertos y pasos fronterizos cada vez es más estricto, por lo que son más frecuentes los casos de personas a quienes no se les autoriza el ingreso al país, o que son sometidas a procesos de espera muy largos.
Por lo anterior, es necesario que quienes deseen ingresar a Estados Unidos, tengan en claro las reglas que este país impone para autorizarlo a estar en territorio americano.
Entre las consideraciones que todo extranjero debe tener en cuenta está la de portar un pasaporte válido, cuya fecha de vencimiento no esté próxima a los seis meses desde su ingreso previsto.
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También, debe contar con una visa válida o con una autorización del Sistema Electrónico para la Autorización de Viaje (ESTA), en caso de que su país forma parte del programa de exención de visado.
Los ciudadanos de los 43 países incluidos en el programa ESTA pueden ingresar por motivos de turismo o negocios por un máximo de 90 días, sin necesidad de tramitar una visa tradicional.
Petro tenga en cuenta que el hecho de tener esta autorización, no le garantiza que lo dejen ingresar.
El abogado de inmigración Jeff Joseph, con sede en Denver dice que ni la visa ni la autorización ESTA garantizan el ingreso. “La visa es solo un documento de entrada para llegar al aeropuerto o a la frontera terrestre”, dijo Joseph a The New York Times. “Una vez allí, el viajero debe demostrar que usará la visa conforme a su propósito”.
Toda persona que llegue a alguno de los puntos fronterizos, deberá someterse a una revisión por parte de los funcionarios migratorios, quienes suelen formular preguntas sobre la duración del viaje, el motivo, el lugar de alojamiento y las actividades previstas.
Lo recomendable es que siempre hable con la verdad, ya que si el agente detecta inconsistencias o desea confirmar detalles adicionales, puede remitir al visitante a una segunda inspección más exhaustiva.

Derechos de los visitantes al ingresar a Estados Unidos
Uno de los aspectos más controvertidos del proceso migratorio en EE.UU. es la limitada protección legal de los viajeros al llegar a un puerto de entrada. “En este proceso, los visitantes renuncian a muchos derechos, incluido el de impugnar una deportación”, explicó Joseph a The New York Times. Esto significa que quienes ingresan con un ESTA pueden ser detenidos si las autoridades deciden negarles la entrada.
Las leyes federales conceden a los agentes del gobierno amplias facultades para inspeccionar las pertenencias de los viajeros, incluidos teléfonos móviles y computadoras portátiles, sin necesidad de una sospecha justificada.
Además, si alguien no responde a una pregunta clave, como si planea trabajar durante su estancia, el oficial podría interpretar su silencio como motivo para negar la entrada.
Bajo estas medidas, si un visitante es considerado inadmisible, tiene la posibilidad de retirar su solicitud de ingreso, con lo cual puede ser enviado de regreso a su país en el siguiente vuelo disponible. En esos casos, su visa o autorización ESTA queda automáticamente anulada.

Si es deportado desde un punto fronterizo, estas pueden ser las consecuencias legales
Según los procedimientos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), los visitantes deportados pueden enfrentar una prohibición de reingreso a Estados Unidos de hasta cinco años, dependiendo del motivo de su expulsión.
Por otra parte, si un viajero se niega a cooperar con las autoridades para obtener los documentos necesarios para su retorno, su detención podría prolongarse hasta 90 días o más, e incluso derivar en cargos penales, de acuerdo a lo que se informa en el New York Times.