Estados Unidos

Identifican tres nuevas víctimas del 11-S tras 24 años: avance genético da consuelo a familias aún sin respuestas

Casi un cuarto de siglo después del 11-S, Nueva York logra identificar a tres víctimas más gracias a tecnología forense avanzada.

8 de agosto de 2025, 4:27 p. m.
Torres gemelas
Han pasado casi 24 años del trágico atentado del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas. | Foto: Getty Images

Hoy, casi 24 años después del trágico atentado del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas, autoridades de Nueva York anunciaron la identificación de tres nuevas víctimas gracias a avances significativos en tecnología forense y un esfuerzo sostenido en colaboración con sus familias.

La Oficina del Jefe Médico Forense de la ciudad confirmó que los restos corresponden a Ryan Fitzgerald, de 26 años, residente de Floral Park (Nueva York); Barbara Keating, de 72 años, originaria de Palm Springs (California), y una mujer adulta cuya identidad fue reservada por solicitud familiar.

Con estas identificaciones, el total de víctimas identificadas asciende a 1.653 de las 2.753 fallecidas en el ataque al World Trade Center. Sin embargo, aún restan por identificar cerca de 1.100 personas.

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(AP Photo/Patrick Sison, File) | Foto: AP

El alcalde Eric Adams expresó que “el dolor de perder a un ser querido en los atentados del 11-S persiste a lo largo de las décadas, pero con estas tres nuevas identificaciones damos un paso adelante para consolar a las familias que aún sufren por ese día”.

Por su parte, el doctor Jason Graham, jefe de la oficina forense, destacó el papel fundamental de los avances en secuenciación de ADN y la constancia en el contacto con las familias, afirmando que “casi 24 años después del desastre, nuestro compromiso de identificar a los desaparecidos y devolverlos a sus seres queridos sigue tan fuerte como siempre”.

Estos nuevos casos reflejan dos historias distintas de vida y pérdida.

Ryan Fitzgerald trabajaba en la torre sur como operador de divisas cuando ocurrió el ataque; su identidad se confirmó mediante restos recuperados en 2002.

Por su parte, Barbara Keating era una abuela que viajaba en uno de los vuelos abordados por los terroristas; sus restos, junto con los de la tercera víctima, se cotejaron con muestras de ADN analizadas en los últimos años.

Uno de los familiares de Keating elogió el trabajo incansable de la OCME, señalando que han “estado moviendo Manhattan, bloque por bloque, durante 24 años” para lograr algo sin precedentes.

Una enorme nube de humo cubrió Manhattan tras el colapso de las Torres Gemelas.
Una enorme nube de humo cubrió Manhattan tras el colapso de las Torres Gemelas. | Foto: NY Daily News via Getty Images

Este proceso de identificación forense constituye el mayor esfuerzo de su tipo en la historia estadounidense y, además de honrar a las víctimas, representa un compromiso continuo con la justicia emocional de cientos de familias que aún esperan respuestas.

Según datos históricos, en 2017 se había identificado a la víctima número 1.641 y en los años posteriores se sumaron más, gracias a mejoras técnicas y tests más sensibles.

Hoy, el reconocimiento de los restos de Keating, Fitzgerald y la mujer no identificada públicamente representa una nueva esperanza en un proceso que aún no ha concluido.

Además de la labor forense, organizaciones como el National September 11 Memorial & Museum continúan preservando la memoria de las víctimas y educando a nuevas generaciones sobre el impacto de los atentados.

Cada nuevo nombre identificado se suma al registro oficial y es homenajeado en ceremonias íntimas con familiares, una tradición que busca no solo recordar, sino reforzar, el compromiso de que hechos como el 11-S no vuelvan a repetirse.

El mundo recuerda el atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001, cuando dos aviones chocaron contra las Torres Gemelas, en Nueva York.
El mundo recuerda el atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001, cuando dos aviones chocaron contra las Torres Gemelas, en Nueva York. | Foto: Corbis via Getty Images

Especialistas en genética forense destacan que la identificación de víctimas a casi un cuarto de siglo de los atentados es posible gracias a métodos de secuenciación de ADN de última generación, que permiten analizar muestras degradadas por el tiempo, el fuego y la presión de los escombros.

Según el doctor Mark Desire, subdirector de la OCME, estas técnicas seguirán evolucionando, lo que abre la posibilidad de que, en los próximos años, el número de víctimas identificadas siga aumentando.

“No abandonaremos este trabajo hasta que cada familia reciba la certeza que merece”, concluyó.