Gobierno de Estados Unidos retiró financiamiento para compra de comida en escuelas y bancos de alimentos

El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) ha anunciado la cancelación de dos programas federales que, en conjunto, proporcionaban más de 1.000 millones de dólares anuales para la compra de alimentos destinados a escuelas y bancos de alimentos. Esta medida, implementada bajo la administración del presidente Donald Trump, forma parte de un esfuerzo más amplio por reducir el gasto público federal.

El primero de los programas afectados es el programa de alimentos locales para escuelas (LFS), que estaba programado para destinar aproximadamente 660 millones de dólares en 2025. Este programa tenía como objetivo fortalecer el sistema alimentario de las escuelas y guarderías, ayudando a construir una cadena alimentaria local justa y resiliente, y ampliando los mercados locales y regionales con énfasis en la compra a productores y procesadores históricamente desatendidos.

El segundo programa eliminado es el programa de asistencia para la compra de alimentos locales (LFPA), que proporcionaba apoyo financiero a bancos de alimentos y otras organizaciones de alimentación. Este programa tenía previsto asignar 500 millones de dólares adicionales este año para la adquisición de productos locales. Aunque los fondos existentes para acuerdos previos seguirán disponibles, no se llevará a cabo una nueva ronda de financiamiento para el año fiscal 2025.

La suspensión de estos programas federales impacta la capacidad de acceder a comidas saludables a miles de estudiantes y afecta la conexión con agricultores locales. La Asociación de Nutrición Escolar (SNA), que representa a trabajadores y directores de cafeterías escolares en todo el país, lamentó la decisión, destacando que la eliminación de estos fondos afectará a más de 40 estados que ya habían firmado acuerdos en años anteriores para participar en estas iniciativas.

En un comunicado, un portavoz del USDA explicó que estos programas, creados bajo la administración anterior mediante órdenes ejecutivas, “ya no cumplen con los objetivos de la agencia”. Sin embargo, los acuerdos vigentes que aún cuentan con recursos financieros significativos continuarán operando hasta que finalice su periodo de ejecución.

Shannon Gleave, presidenta de la SNA, destacó que “las comidas escolares son las más saludables que consumen los estadounidenses” y pidió al Congreso que invierta en estos programas en lugar de recortar servicios esenciales para la salud y el rendimiento académico de los estudiantes.

Estos recortes se producen en un contexto de tensiones comerciales, ya que la administración Trump ha impuesto nuevos aranceles a productos de Canadá, México y China, desatando guerras comerciales con los mayores compradores de productos agrícolas estadounidenses. Esta situación ha generado preocupación entre los agricultores locales, quienes ahora enfrentan desafíos adicionales, incluyendo reducciones de personal y la paralización de inversiones, ya que otras subvenciones y programas del USDA también enfrentan congelaciones.

La eliminación de estos programas ha generado críticas por su impacto en la seguridad alimentaria y el apoyo a productores locales. Diversas organizaciones que dependen de estos fondos para garantizar alimentos frescos en escuelas y bancos de alimentos han expresado su preocupación, ya que miles de niños y familias de bajos ingresos podrían perder acceso a comidas saludables y asequibles en un contexto de aumento de los precios de los alimentos y una mayor demanda en los bancos de alimentos.

La cancelación de más de 1.000 millones de dólares en programas de compra de alimentos para escuelas y bancos de alimentos por parte del USDA representa un cambio significativo en las políticas de apoyo a la alimentación y la agricultura local en Estados Unidos. Esta decisión podría tener repercusiones importantes en la seguridad alimentaria de comunidades vulnerables y en la estabilidad económica de los agricultores locales.