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Fin de operaciones en Venezuela; la postura de Chevron ante la decisión de Estados Unidos
Chevron tiene hasta el 3 de abril para reducir su producción y exportaciones de crudo en Venezuela, según las nuevas directrices del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

En menos de un mes la empresa petrolera tendrá que definir si acata las medidas del Gobierno Trump y corta las operaciones con Venezuela.
La reciente decisión del Gobierno de Estados Unidos de revocar la licencia de Chevron para operar en Venezuela ha dejado a la petrolera en una posición compleja, pues si opta por desafiar la medida y continuar operando, podría enfrentar serias repercusiones tanto a nivel internacional como local.

La clara posición del presidente Trump
El presidente Trump anunció el 26 de febrero que no extendería la exención de sanciones que permitía a Chevron retirar cargamentos de crudo de su empresa conjunta con la estatal venezolana PDVSA.
Esta decisión pone sobre la mesa la amenaza previa de Trump de terminar con las licencias que permitían a Chevron operar en Venezuela, como parte de las sanciones económicas impuestas al gobierno de Nicolás Maduro.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha establecido que Chevron debe cesar gradualmente sus operaciones en Venezuela, poniendo un plazo límite del 3 de abril, para que complete dicho proceso, medida que impactará significativamente la economía venezolana, ya que la empresa petrolera aporta alrededor de 200.000 barriles diarios al millón de barriles que produce Venezuela, según lo que se registra en el medio Swissinfo.
La decisión de Trump se basa en la percepción de que el gobierno de Maduro no ha cumplido con las condiciones democráticas para las elecciones presidenciales celebradas en julio del año pasado, y también en la falta de progreso en la repatriación de inmigrantes venezolanos.

Chevron y su posición frente a la determinación de Estados Unidos
En noviembre de 2022, Chevron retomó sus operaciones en Venezuela y progresivamente fue incrementando su producción, hasta consolidarse como el único importador de crudo venezolano a Estados Unidos.
Según datos de la Administración de Información Energética de EE. UU., el año pasado alcanzó un ritmo de 231.000 barriles por día.
“Estamos al tanto de la directiva del presidente y acataremos cualquier instrucción dada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos para implementar esa directiva”, dijo Chevron, y agregó que “realiza sus negocios en Venezuela en cumplimiento de todas las leyes y regulaciones, incluido el marco de sanciones proporcionado por el Gobierno estadounidense”.
El panorama frente al tema petrolero está bastante tenso en este momento. Las importaciones de crudo venezolano a Estados Unidos se están deteniendo, mientras que las importaciones de crudo pesado canadiense por oleoducto han quedado sujetas a un impuesto de importación del 10 % a partir del 4 de marzo.
La salida de la petrolera del territorio venezolano reducirá significativamente los ingresos que la empresa aportaba al mercado cambiario de este país, lo que podría aumentar aún más la crisis económica y afectar a las comunidades locales que dependen de este ingreso.
La medida ha sido vista como un golpe a la economía venezolana, que ya enfrenta una grave crisis.