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Este será el lujoso hospedaje de Donald Trump durante la cumbre de la OTAN
La reunión de la organización transatlántica tendrá lugar en La Haya, Países Bajos.

Entre el 24 y 25 de junio, líderes de 32 países a nivel mundial celebrarán la cumbre de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en medio de la escalada bélica en Medio Oriente, y la discusión del 5% en gasto militar.
El mandatario estadounidense, Donald Trump, llegará este martes a tierras europeas para asistir mañana a la reunión principal con los otros jefes de Estado.
La RVD (servicio de información del Gobierno neerlandés) confirmó que pasará noche en el palacio Huis ten Bosch, residencia oficial de los reyes Guillermo Alejandro y Máxima, nacida en Argentina, de Países Bajos.

En el palacio, habrá una cena con los distintos mandatarios, en acciones que se enmarcan por la diplomacia. A la cena, también se espera que asista el presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
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Itinerario previo al encuentro del miércoles
AP informa que se esperaba que el mandatario republicano se hospedara el lujoso hotel de la ciudad de Noordwijk, en la costa del Mar del Norte de Holanda. En el lugar había estado el ex presidente Barak Obama en 2014.
Allí, había banderas estadounidenses ondeadas y se había reforzado la seguridad. Sin embargo, ya no recibirá la presencia de Trump.
Swissinfo menciona que, en la mañana del 25 de junio, se realizará un desayuno con los reyes. Finalizado dicho momento, la delegación irá rumbo al centro de congresos World Forum, para darle inicio al evento.

La historia del palacio de los reyes de Países Bajos
La construcción del Palacio inició el 2 de septiembre de 1645 por orden de la reina Isabel de Bohemia. Desde entonces, la condesa Amalia de Solms-Braunfels la convirtió en residencia de verano para la realeza.
Perfil reseña que el hermano de Napoleón Bonaparte vivió allí en 1805. Además, el rey Guillermo I lo convirtió en su residencia durante la Primera Guerra Mundial.
En 1940 la familia real tuvo que irse de Países Bajos tras la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial. Esto le causó varios daños y en la década de 1950 fue restaurado para el uso de la realeza neerlandesa.
La residencia real ostenta 150 habitaciones, salones con obras de arte exclusivas, 60.000 piezas de cerámica u jardines ostentosos.