Estados Unidos

Dejaron el éxito en Silicon Valley para empezar de nuevo en Puerto Rico: hoy no cambiarían nada

Una pareja dejó atrás sus carreras en biotecnología en California para comenzar una vida rural en las montañas de Utuado, donde el éxito se mide en amaneceres, no en bonos corporativos.

GoogleSiga las noticias de SEMANA en Google Discover y manténgase informado

29 de octubre de 2025, 8:41 p. m.
Puerto Rico, el paraíso que le cambió la vida a los Ratliff
Puerto Rico, el paraíso que le cambió la vida a los Ratliff | Foto: Getty Images

Cansados del ritmo corporativo y en busca de un propósito más profundo, Sarah Ratliff y y su esposo Paul vendieron su casa en California y compraron una finca en el corazón de Puerto Rico.

Entre cultivos, huracanes y nuevos aprendizajes, descubrieron que la verdadera riqueza no siempre se encuentra en los laboratorios, sino en la tierra que se trabaja con las manos.

Del laboratorio al amanecer en la finca

Cuando Sarah y Paul pisaron por primera vez Puerto Rico como turistas, jamás imaginaron que aquella isla los llamaría a residir en ella, relatan en Business Insider.

Pero para ellos, la decisión de abandonar sus carreras en biotecnología en California y mudarse a una finca en las montañas, no fue un salto al vacío, sino más bien, el cumplimiento de una promesa de vida.

Durante años habían sentido que no encajaban en la rutina corporativa: agendas que devoraban el tiempo, oficinas que reclamaban su vida, un éxito profesional que, en el fondo, les pesaba.

Era como caminar vestido con ropa de otro: bien hecho, bien cortado, pero molesto. Se prometieron que, llegado el momento y acumulados los recursos, romperían la correa del reloj, saldrían del sistema y cultivarían su propio aire.

Esa ruptura llegó en 2008, cuando su empresa anunció despidos. No lo vieron como un fracaso, sino como una señal.

Vendieron su casa, cobraron sus acciones finales y compraron, con una mezcla de pragmatismo y fe, una finca de 15 acres en Utuado, en el corazón montañoso de Puerto Rico.

De Silicon Valley a una finca en Puerto Rico: la pareja que cambió el éxito por la paz
De Silicon Valley a una finca en Puerto Rico: la pareja que cambió el éxito por la paz | Foto: Captura de pantalla www.businessinsider.com

El llamado de la montaña

Los primeros días no fueron para nada fáciles. Hablaban un par de palabras en español, chocaban con costumbres desconocidas, saludaban en la carretera y, sin embargo, eran recibidos con sonrisas.

En medio de cultivos abandonados y estructuras que pedían reparación, sintieron algo extraño, como si ese paisaje siempre los estuviese esperando.

La finca tenía una plantación vieja de café, unos 8.000 árboles, que apenas conservaron como herencia del terreno. Pero su visión era otra: querían biodiversidad tropical, frutas raras, un ecosistema que resonara con sus valores interiores.

Empezaron a plantar bambú, jengibre, palmas exóticas, árboles frutales diversos. Construyeron espacio para cabras, patos, gallinas, perros, gatos. Una vida que suena idílica, pero que implicó montar todo desde cero.

Hubo pérdidas grandes. En 2017, el huracán María destruyó cerca del 40 % de sus árboles. Fue una prueba brutal de resiliencia y entrega. Pero lejos de huir, decidieron quedarse. Reforestar, reconstruir, como lo afirmaron en Business Insider.

Sarah y Paul Ya no viven con los sueldos exuberantes de la biotecnología. Reconocen que su nivel de ingresos cambió, pero recalcan que sus “días malos” hoy se sienten mejores que los mejores días en la oficina.

Su sustento proviene del trabajo agrícola y la consultoría a personas que quieren incursionar en la agricultura tropical Aunque no haya un cheque de seis cifras, hay sentido, propósito y conexión real con el entorno.

Además, el cambio les hizo conocer mucho más sobre el lenguaje, las costumbres culturales y los desafíos climáticos de lo que hoy es su nuevo hogar..

Sarah cuenta que ahora habla más español que cuando empezó y que la llaman “Doña” como señal de respeto.

Su familia, que antes se preocupaba por cuándo “volverían a casa”, ahora entiende que están en su lugar.