Estados Unidos
Cuidado, nueva modalidad de estafa con IA: sacaron un préstamo a su nombre por 9.000 dólares y la inscribieron en una universidad
Esta modalidad de fraude genera preocupación en las autoridades.
La norteamericana Heather Brady sufrió una estafa inusual y sin que ella se percatara. En San Francisco, la policía solicitó información sobre una supuesta inscripción a la institución educativa Arizona Western College.
Brady no había hecho ninguna solicitud, no de forma personal. Las autoridades le informaron que también había hecho solicitudes con su nombre en colegios comunitarios de Arizona, esta vez para conseguir ayuda financiera federal.
La información suministrada por ABCNews reporta que al revisar la cuenta de administración de préstamos estudiantiles, debía por este concepto 9.000 dólares. Se pagó a su nombre, pero el dinero de la deuda fue usado para que otra persona se matriculara en una universidad de California.
Brady dijo que “No puedo imaginarme a cuántas personas les pasa esto y no tienen idea” ante su sorpresa de que la IA suplantó su identidad.
¿De qué se trata esta modalidad de fraude?
Según análisis de ABC, la problemática se divide en dos partes. Una es el auge de la IA y su capacidad de emular voces, firmas y demás características de personas reales. La segunda, son las clases en línea que usan para camuflar los fraudes.
Estas redes de estafadores usan un tipo de estudiantes fantasma, que son chatbots que ingresan a las clases virtuales, firman asistencia y pueden cobrar la remuneración económica estudiantil.
Cuando se efectúa el fraude, las personas víctimas de suplantación de identidad no tienen más remedio que acercarse a las universidades para reportarlo. Aquí, la burocracia retrasa los trámites correspondientes, y además se tienen que contactar con la oficina de Ayuda Federal para Estudiantes.
Los casos en Estados Unidos y la responsabilidad de las agencias federales
La cadena ABC también menciona algunos casos similares en el país norteamericano. Los fraudes a préstamos federales se volvieron comunes en los últimos años.
Por ejemplo, un hombre en Texas fue condenado por usar nombres de reclusos para reclamar más 650.000 dólares en préstamos estudiantiles.
Cientos de personas se dan cuenta de que su puntaje crediticio baja puntos por estar inmiscuidos en créditos educativos que nunca pidieron.
Las universidades y las agencias que aprueban los préstamos deben tener más control de la verificación de identidades. El gobierno Trump intenta reformar esos procesos mediante el Departamento de Educación.
