Una mujer que murió por 11 minutos contó la extraordinaria experiencia que vivió: “Había una luz tan brillante que no podía mirarla”

Charlotte Holmes, de 68 años estuvo a punto de morir durante un examen cardiaco cuando su presión arterial se disparó a cifras considerablemente altas. Pese a que los médicos lograron reanimarla, la mujer estuvo clínicamente muerta por 11 minutos. Luego de la experiencia, contó que estuvo en el cielo y en el infierno en medio del fallecimiento.

En una entrevista con el medio The 700 Club, Homes detalló su experiencia cercana a la muerte y recordó que alguien le dijo: “Tienes que bajar. Estás sufriendo otro derrame cerebral o vas a tener un infarto”. Y contó que pudo ver, estando fuera de su cuerpo, cómo los doctores que la atendían intentaban traerla de vuelta a la vida.

“Pude verlos, a todas las enfermeras alrededor, pude oler las flores más hermosas que jamás haya olido y luego oí música. Cuando abrí los ojos, supe dónde estaba. Sabía que estaba en el cielo”, dijo en su conversación con el medio mencionado.

Después de despertar, la mujer le contó lo que había experimentado a su esposo, Danny, que estuvo junto a ella en todo momento del procedimiento.

“Empezó a hablar de las flores. Miré a mi alrededor y supe que no había flores en esa habitación. Fue entonces cuando supe que ella no estaba en este mundo mientras eso sucedía”, agregó el hombre.

“Estaba por encima de mi cuerpo. Pude ver a Danny de pie en la esquina. Había retrocedido. Los vi a ellos, a todas las enfermeras alrededor, y entonces abrí los ojos. Miré a mi alrededor, la belleza. Pude ver los árboles, pude ver el césped y todo se mecía con la música porque todo en el cielo adora a Dios”, continuó la señora Holmes.

Y describió los asombros que pudo evidenciar en los 11 minutos que salió de su cuerpo. “No puedo expresarles cómo era el cielo, porque es muchísimo más allá de lo que podemos imaginar, un millón de veces más. No hay miedo. Es como una alegría pura cuando los ángeles toman el control; no hay miedo cuando regresas a casa. Es pura alegría”.

Incluso aseguró que pudo reencontrarse con familiares y amigos que ya había fallecido, como a sus padres y a su hermana. Además, contó que se encontró con algunos santos. “No parecían viejos ni enfermos”, aseguró.

“Ninguno de ellos llevaba gafas. Parecían tener unos 30 años, pero las Escrituras dicen que seremos conocidos como nos conocieron. Los reconocí, allí, en sus nuevos cuerpos. Se veían maravillosos”, narró Homes.

También garantizó que estuve en presencia de lo que podría considerarse Dios: “Detrás de mamá y papá había una luz tan brillante que no podía mirarla. Era tan brillante, pero sabía que era mi Padre Celestial”. Y cuando preguntó quién era, le respondieron que era su hijo, su bebé que había perdido cuando tenía cinco meses y medio de embarazo.

Continuó contando que luego de evidenciar el maravilloso lugar, fue transportada a otro espacio. “Dios me llevó al infierno. Miré hacia abajo y el olor a carne podrida, y gritos. Después de ver la belleza del cielo, el contraste con ver el infierno es casi insoportable”, dijo. Y para cuando finalizó su experiencia, aseguró que sintió mucho dolor “donde no lo había sentido. Sentí tristeza”.

Luego de volver a la vida, tras una asombrosa vivencia del 2019, se ha dedicado a hablar públicamente de lo que vio y sintió, con el fin de concientizar a las personas de la vida después de la muerte.