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Tres asteroides podrían impactar la Tierra sin previo aviso: son capaces de destruir ciudades enteras
Según expertos, la explosión generaría un millón de veces más energía que la bomba atómica de Hiroshima.

Un estudio ha generado una alerta en la comunidad científica sobre lo que sería un choque inminente de tres asteroides que podrían impactar al planeta tierra sin previo aviso.
Venus esconde al menos tres asteroides que serían capaces de destruir ciudades enteras si llegaran a chocar contra nuestro planeta, causando potencialmente estragos que serían “inevitables”.
Actualmente, se conocen veinte asteroides coorbitales (rocas espaciales en la órbita de dos cuerpos celestes) de Venus”, dijeron los autores en un estudio sobre rocas calípticas que fue publicado en la revista Astronomy & Astrophysics.

Valerio Carruba, de la Universidad de São Paulo en Brasil, fue el líder del equipo de investigación internacional que llegó a esa conclusión, mientras escribía que al menos tres de los asteroides (2020 SB, 524522 y 2020 CL1) que giran alrededor del sol tienen órbitas inestables que los llevan peligrosamente a la tierra.
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El diario británico Daily Mail hizo eco al estudio que se llevó a cabo por el equipo de Carruba y en el que se asegura que si esta trayectoria inestable se modifica, apenas un pequeño cambio gravitacional o alguna otra fuerza, los asteroides podrían chocar contra la tierra.
“El estado coorbital protege a estos asteroides de aproximaciones a Venus, pero no los protege de encontrarse con la Tierra”, dijeron los investigadores que hacen parte del estudio, según el Daily Galaxy.
Carruba y su equipo llegaron a esta conclusión utilizando rocas espaciales de imitación para simular una variedad de posibles resultados a lo largo de 36.000 años, y descubrió que hay una población considerable de asteroides de baja excentricidad (aquellos que antes se consideraban inofensivos) que podrían ser impulsados hacia la Tierra a través de cambios gravitacionales y otros factores.

Para empeorar las cosas, las órbitas de las rocas cósmicas antes mencionadas las hacen casi invisibles para los dispositivos de detección terrestres.
Aunque los científicos de la Nasa y de otras organizaciones espaciales monitorean habitualmente asteroides potencialmente peligrosos que se aproximan a la Tierra, existen limitaciones. Uno de estos desafíos es la imposibilidad de identificar objetos que siguen trayectorias suborbitales cerca de Venus, ya que el brillo solar actúa como una especie de camuflaje natural que los oculta, según informó el medio WION.
Un análisis reciente de los fragmentos del asteroide Bennu, cuya antigüedad se estima en casi cinco mil millones de años, reveló la presencia de moléculas con componentes esenciales para el surgimiento de la vida. Estos hallazgos fueron presentados en diversos estudios publicados en Nature Astronomy.
La Nasa ya había identificado por primera vez estos elementos fundamentales para la vida en un asteroide lejano.
A causa de este “punto ciego” en el espacio cercano, el Observatorio Rubin, situado en Chile, tendría entre dos y cuatro semanas como máximo para localizar un asteroide de trayectoria peligrosa, lo cual representa un margen de maniobra muy reducido en caso de una amenaza real de impacto, según el NY Post.
Cabe destacar que desarrollar una misión destinada a desviar un objeto espacial de ese tipo requiere varios años de planificación y preparación.
En palabras de los investigadores, “los objetos coorbitales de Venus con baja emisividad representan un reto particularmente complejo, debido a las complicaciones inherentes para su detección y seguimiento desde nuestro planeta”.