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¿Por qué León y por qué XIV? El significado del nombre del nuevo papa
Robert Francis Prevost es el nuevo pontífice de la Iglesia católica.

¿Qué significa “León”?
“León” es un nombre papal tradicional que ha sido usado por 13 papas anteriores. El más célebre de ellos fue León I el Magno (siglo V), doctor de la Iglesia y defensor clave de la fe ortodoxa.
El león es un símbolo de valentía, fuerza y liderazgo espiritual. También se asocia con Cristo como el “León de Judá” (Apocalipsis 5:5).
¿Y el número XIV?
El número romano XIV (14) indica que es el decimocuarto papa que elige el nombre León.
El papa León XIII (1878–1903) fue su predecesor con ese nombre y es recordado por su encíclica Rerum novarum, sobre la doctrina social de la Iglesia.
¿Por qué lo eligió?
Aunque aún no ha dado una explicación oficial pública, se especula que:
- Quiso honrar la herencia doctrinal y pastoral de los papas anteriores llamados León, especialmente los papas León I y León XIII.
- También puede reflejar un llamado a ejercer un papado firme y centrado en la defensa de la fe y la justicia social, en línea con su experiencia en América Latina.
Robert Francis Prevost llegó a Perú por primera vez como joven misionero agustino y años después partió desde ese país andino como obispo rumbo al Vaticano para convertirse en el papa León XIV.
Prevost, de 69 años y que también tiene nacionalidad peruana, llega al trono de San Pedro con una reputación de moderado, crucial en un momento en que la Iglesia aparece muy dividida.
Desde el balcón de la Basílica de San Pedro del Vaticano, el nuevo papa instó a “construir puentes” a partir del “diálogo”, avanzando “sin miedo, unidos, dando la mano a Dios y dándonosla entre nosotros”.
“Dios nos ama, Dios os ama a todos, y el mal no prevalecerá”, afirmó en su primer discurso, en el que trató de unir y tranquilizar ante un mundo asolado por las guerras.
Amor por Perú y su ceviche
Prevost ha pasado apenas un tercio de su vida en Estados Unidos. El resto entre Europa y América Latina, una de las periferias del mundo de donde también era el argentino Jorge Mario Bergoglio.
El diario italiano La Repubblica lo llamó “el menos estadounidense de los estadounidenses” por la moderación de sus palabras.
Arzobispo emérito de Chiclayo, a unos 750 km al norte de Lima, Prevost obtuvo la nacionalidad peruana en 2015. “Es un hermano nuestro, un hermano que ha pasado por estas tierras”, dijo Edison Farfán, el obispo de Chiclayo. “Se enamoró de Perú”.
“Le gustaba mucho el cabrito, el arroz con pato y el ceviche, eran sus platos preferidos”, dijo en una rueda de prensa Farfán, quien recordó su cercanía con los más pobres.
“No podemos parar”
La idea de un papa norteamericano estuvo por siglos descartada en Roma, ya fuera por la distancia —estaban tan lejos que normalmente llegaban tarde a los cónclaves— o por decisiones geopolíticas.
Según el sitio especializado Crux, tener un pontífice de la primera potencia mundial hacía temer además que la CIA pudiera meter sus manos en la Iglesia.

Prevost dejó Perú para sumarse al Gobierno vaticano, donde dirigió el importante Dicasterio para los Obispos, que tiene la destacada función de aconsejar al papa sobre los nombramientos de los jerarcas de la Iglesia.
Entró en la curia en sustitución del cardenal canadiense Marc Ouellet, que fue acusado de agredir sexualmente a una mujer y renunció por motivos de edad. Entonces, el difunto pontífice lo nombró también presidente de la comisión pontificia para América Latina.
Tras la muerte de Francisco, dijo que aún quedaba “mucho por hacer” en la transformación de la Iglesia. “No podemos parar, no podemos retroceder”, dijo el mes pasado a Vatican News.
Misionero
Fue uno de los cardenales más cercanos a Francisco, cuyo pontificado generó resistencias dentro de los sectores más conservadores.
Pero al mismo tiempo, su sólida formación en Derecho Canónico tranquiliza en estos círculos que buscan un enfoque más centrado en la Teología.
Prevost nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago y asistió a un seminario menor de la Orden de San Agustín en San Luis como novicio antes de graduarse en Matemáticas en Filadelfia.
Políglota, estudió Derecho Canónico en Roma, donde también obtuvo un doctorado.
Se unió a los agustinos en Perú en 1985 para la primera de sus misiones en el país andino.

“Eligió ser uno de nosotros, vivir entre nosotros y llevar en su corazón la fe y la cultura y los sueños de este país”, escribió la presidenta peruana, Dina Boluarte.
Estuvo en Chicago desde 1999 para ejercer como prior provincial de los agustinos en esa región estadounidense y posteriormente prior general de la orden en todo el mundo.
Y regresó a Perú en 2014 cuando Francisco lo designó administrador apostólico de la diócesis de su “querida” Chiclayo, como la llamó en su primer discurso como papa.
“Un pueblo fiel que ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe”, expresó.
*Con información de la AFP y de IA.