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Joven pensó que las encías le sangraban porque se cepillaba fuerte, pero el diagnóstico fue devastador: “Frustrante”
La mujer visitó a varios médicos y mucho después descubrió lo que verdaderamente le pasaba.

Amber Cunningham-Rogan, una joven de 21 años de edad, se convirtió en protagonista de una historia que nunca se imaginó y que comenzó con un sangrado en sus encías.
La mujer, que es oriunda de St Andrews, Escocia, entregó su relato recientemente y le está dando la vuelta al mundo entero.

Todo inició en 2020, la joven se contactó con un dentista debido a que comenzó a sangrar en las encías, pero en un principio pensó que era debido a la fuerza que hacía a la hora de cepillarse o el comienzo de una gingivitis.
Con el paso de los días, Amber también comenzó a sentir otros síntomas como un entumecimiento y hormigueo en las manos y piernas. Por ello, fue al médico y se realizó varios exámenes, pero el tiempo avanzaba y no encontraban nada.
Finalmente, en una de las pruebas se dieron cuenta de que la mujer tenía muy bajos los niveles de hierro, por lo que la preocupación creció.
Amber se sometió a unos nuevos exámenes y los resultados fueron reveladores: el recuento de glóbulos blancos estaba anormalmente alto. Por ello, se le practicó una biopsia y se confirmó la presencia de leucemia mieloide crónica (LMC), que hace referencia a un cáncer en la sangre y la médula ósea.

“No había experimentado nada que gritara cáncer, pero durante años había estado yendo al médico de cabecera con síntomas que no tenían mucho sentido”, comentó en diálogo con el diario The Sun.
De acuerdo con la American Cancer Society, esta enfermedad ocurre principalmente en los adultos de 60 años, aunque también puede afectar a niños y jóvenes, tal y como le ocurrió a Amber.
Pese a que el desarrollo de este cáncer es de forma lenta, es de carácter crónico y, por lo mismo, la persona normalmente debe vivir con él por el resto de su vida.
Tras el hallazgo que le hicieron, la joven tuvo que iniciar un tratamiento que calificó como “agotador”, especialmente durante los primeros seis meses. Afortunadamente, logró una respuesta molecular profunda, es decir, en su organismo solo quedan trazas mínimas de la enfermedad.
“Las exploraciones espinales y las resonancias magnéticas resultaron normales. Fue frustrante, sabía que algo no estaba bien. Un síntoma particularmente extraño fue el sangrado de las encías”, agregó.
Actualmente, Amber tiene 26 años y se encuentra bajo un régimen de mantenimiento para estabilizar su condición.