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Henrique Capriles rechaza una acción militar de EE. UU. contra Maduro. Dice que los que piden una invasión “no viven en Venezuela”
El antiguo candidato opositor manifestó su disposición a negociar con el régimen de Maduro, en lugar de intentar forzar su salida.

El opositor venezolano Henrique Capriles ratificó su rechazo a cualquier intervención militar extranjera en Venezuela y defendió la vía electoral y negociada como la única salida posible a la crisis. En entrevista con la BBC, el exgobernador aseguró que quienes promueven una invasión de Estados Unidos lo hacen “desde fuera” y sin medir las consecuencias para la población.
“La mayor parte de las personas que quieren una solución militar y que llegue una invasión de Estados Unidos no viven en Venezuela. Ni siquiera miden cuáles son las consecuencias de ello. Se pierden vidas humanas”, dijo.
Capriles subrayó que su posición no implica pasar por alto lo ocurrido en las presidenciales del 28 de julio de 2024, cuando el régimen de Nicolás Maduro desconoció la victoria de Edmundo González. “Defiendo la soberanía territorial y la soberanía popular. Maduro se robó las elecciones, pero eso no significa que la única opción sea la fuerza”, afirmó. Según él, la ausencia de fracturas en la institucionalidad chavista obliga a pensar en estrategias distintas a la violencia.

El dirigente opositor recordó que una intervención significaría pérdidas humanas y resistencia de parte de las fuerzas armadas, lo que agudizaría el sufrimiento de los venezolanos. “No hay guerras buenas. El oponerse a la guerra no significa defender a Maduro, significa defender la vida de la gente”, enfatizó.
Capriles también cuestionó a los sectores opositores que promueven la abstención como estrategia de presión, argumentando que solo ha debilitado al movimiento democrático. Puso como ejemplo su participación en las parlamentarias del 25 de mayo de 2025, organizadas por un Consejo Nacional Electoral controlado por el chavismo. “Siempre será mejor hacer algo que quedarse de brazos cruzados. La abstención divide a la oposición y fortalece al régimen”, aseguró, comparando la situación venezolana con el plebiscito de Chile en 1988.
El excandidato presidencial lanzó críticas a la conducción de la oposición, especialmente hacia María Corina Machado, por mantener una estrategia de “todo o nada”. A su juicio, insistir en la idea de que solo una intervención extranjera puede sacar a Maduro del poder conduce a la parálisis y la resignación. “Me preocupa esta situación de inacción en Venezuela. Después de más de un año del 28J, no hay una ruta clara, solo consignas”, señaló.

Capriles recalcó que su propuesta es avanzar en un proceso de negociación con el régimen y con Estados Unidos como actor clave, dado que Washington controla las sanciones económicas. Recordó que durante su liderazgo en 2020 se logró un acuerdo que permitió la liberación de presos políticos y la designación de un nuevo CNE. “Los procesos exitosos no son a punta de garrote, son conversaciones francas donde cada parte cede”, dijo.
Capriles concluyó que el camino para Venezuela pasa por recuperar la unidad en torno a una agenda democrática, constitucional, pacífica y electoral. Rechazó el personalismo dentro de la oposición y advirtió que el nacionalismo no debe ser un discurso monopolizado por el chavismo. “Pensar que la solución es una invasión extranjera es un error. La política es negociación y realismo, no consignas”, sentenció.