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Estremecedoras palabras de Yarden Bibas, padre y esposo de familia asesinada por Hamás, en el funeral: “Lamento no haber podido protegerlos”
La familia israelí murió durante el cautiverio, que duró más de un año, a manos del grupo terrorista Hamás.
Luego del acuerdo de cese al fuego en la Franja de Gaza, nació la esperanza de que Shiri Bibas, de 32 años, y sus dos hijos Ariel y Kafir, de cinco y dos años, volvieran con su familia, luego de ser secuestrados por el grupo terrorista Hamás el 7 de octubre de 2023. Pero sus cuerpos fueron entregados por la agrupación la semana pasada.
Este miércoles, 26 de febrero, se llevó a cabo una procesión fúnebre en Rishon LeZion, Israel. En esta, miles de personas salieron a las calles y carreteras de la zona para presenciar el desalentador evento. Israel recibió la triste noticia del fallecimiento de la familia luego de más de un año de guerra y con más de una docena de israelíes que siguen en cautiverio.
Desde que los terroristas de Hamás informaron la entrega de los cuerpos, aseguraron que la familia fue asesinada en ataques aéreos israelíes en Gaza, después de un mes que inició la guerra. Pero luego de la dolorosa entrega, los restos fueron examinados por un grupo forense, el cual manifestó que la madre y los dos niños fueron asesinados por sus captores.
“Estos monstruos miraron a los ojos a un bebé de nueve meses y a su hermano de cuatro años, y los estrangularon, golpearon, retorcieron y destrozaron con sus manos”, declaró el embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, a los periodistas.
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El informe forense no se ha hecho público, pero funcionarios del gobierno, como el primer ministro Benjamín Netanyahu, han dado detalles sobre las muertes de la familia. Esto ha provocado rechazo de los ciudadanos, especialmente de la tía de los menores, Ofri Bibas, quien dijo: “Primer ministro Netanyahu, no hemos recibido ninguna disculpa suya en este terrible momento”. Ningún representante del gobierno fue invitado al funeral.
Los cuerpos fueron trasladados desde una funeraria en Rishon LeZion, en el centro del país, hasta un cementerio cerca de la comunidad del kibutz, aledaña a la frontera de Gaza, donde residía la familia y donde fueron secuestrados.
El funeral fue celebrado a puerta cerrada a petición de la familia, pero afuera se reunieron cientos de ciudadanos que lloraban y sostenían carteles en los cuales escribieron “lo siento”, en señal de apoyo por el trágico suceso. “A través de la ventana veo un país destrozado. No nos levantaremos y no sanaremos hasta que el último rehén esté en casa”, escribió Ofri Bibas en sus redes sociales.
El padre y esposo de los fallecidos, Yarden Bibas, mientras contuvo las lágrimas en el velorio, se despidió de su familia. En su discurso anunció que quería poder contarle a su esposa “lo surrealista que es toda esta locura”. “¿Recuerdas nuestra última decisión juntos, en la habitación segura? Te pregunté si debíamos pelear o rendirnos. Dijiste pelear, así que peleé”, y dijo: “Shiri, lamento no haber podido protegerlos a todos”.
También recordó a sus hijos, a quienes les pidió perdón por no salvarlos de la guerra. Se refirió a su hijo mayor, Ariel, que tenía cuatro años cuando fue secuestrado: “Espero que sepas que pensé en ti todos los días, cada minuto. Espero que estés disfrutando del paraíso”.
Al hablar de su hijo menor, de nueve meses cuando fue capturado por los terroristas, recordó el día que nació: “Durante el parto, la partera de repente paró todo. Teníamos miedo y pensamos que algo iba mal, pero era solo para decirnos que teníamos otro pelirrojo”, contó. “Mamá y yo nos reímos y nos alegramos. Trajiste más luz y felicidad a nuestro pequeño hogar”, agregó.
Yarden fue liberado los primeros días de febrero como parte del acuerdo entre el gobierno de Israel y el grupo militante. Semanas después, la agrupación terrorista de Palestina entregó los cuerpos de su familia en un macabro evento público, con hombres armados enmascarados, una pancarta del primer ministro israelí representado como un vampiro con colmillos y una multitud de espectadores.
Pero los terroristas habían entregado un cuerpo de una israelí anónima en lugar de los restos de Shiri Bibas, según informaciones de funcionarios israelíes. Ante esto, la agrupación reconoció que había cometido un error y entregó el cuerpo de la madre días después.
