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Estados Unidos dejará de evaluar las elecciones extranjeras: esta es la nueva instrucción de Marco Rubio
El diario Wall Street Journal publicó un artículo explicando los alcances de la nueva medida a nivel internacional.

Estados Unidos planea dejar de hacer comentarios sobre la imparcialidad, integridad y legitimidad de las elecciones extranjeras, un cambio importante respecto de una práctica que se ha mantenido durante décadas de promover elecciones democráticas en el exterior.
Una nueva instrucción, emitida en un memorando firmado por el secretario de Estado Marco Rubio, ordena que las declaraciones sobre elecciones extranjeras se centren en felicitar al candidato ganador y “eviten opinar sobre la imparcialidad o integridad de un proceso electoral, su legitimidad o los valores democráticos del país en cuestión”.
El memorando establece que el Departamento de Estado únicamente debería emitir pronunciamientos públicos sobre procesos electorales en el extranjero cuando exista un interés sólido y justificado en la política exterior de Estados Unidos, subrayando “el enfoque de la administración en la protección de la soberanía nacional”.

Según informó The Wall Street Journal, el documento fue revisado por el medio, antes de su publicación.
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Esta disposición se enmarca dentro de la continuación de la reconfiguración de las herramientas diplomáticas impulsada por el presidente Trump, la cual ha contemplado la eliminación de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y de la entidad matriz de Voice of America, además de profundos recortes en el personal del Departamento de Estado.
El departamento de Estado aseguró que “Estados Unidos se mantendrá firme en sus propios valores democráticos y los celebrará cuando otros países elijan un camino similar”, y añadió: ”El presidente dejó claro que Estados Unidos buscará alianzas con países donde nuestros intereses estratégicos coincidan”.

En el mes de mayo, durante un discurso pronunciado en Arabia Saudita, Trump aseguró que Estados Unidos evitaría imponer a otras naciones la forma de administrar sus propios asuntos.
Asimismo, cuestionó el consenso que por décadas ha marcado la política exterior estadounidense, el cual, según señaló, condujo a intervenciones costosas en el extranjero, como las ocurridas en Irak y Afganistán.
Las manifestaciones públicas del Departamento de Estado en torno a un proceso electoral —o incluso un aviso anticipado indicando que mantiene una observación rigurosa sobre dichos comicios— pueden generar un efecto significativo, en especial en naciones con regímenes autoritarios, donde los partidos opositores suelen ser marginados de la contienda o se enfrentan a prácticas que limitan el derecho al voto, según narró el Wall Street Journal.

De acuerdo con funcionarios actuales y exfuncionarios, las embajadas de Estados Unidos llevan a cabo de manera habitual un seguimiento detallado de los procesos electorales en otros países, frecuentemente en coordinación con organizaciones independientes dedicadas a la supervisión electoral, y, posteriormente, remiten sus conclusiones a Washington, según dice el artículo del medio norteamericano.