MUNDO
Escalofriantes últimas palabras de un preso condenado a muerte antes de ser ejecutado causan conmoción en EE. UU.
El hombre fue condenado por asfixiar a un pastor en Dallas, Texas.
Steven Lawayne Nelson, de 37 años, recibió una inyección letal y fue declarado muerto en la penitenciaría estatal de Huntsville, el hombre fue condenado y ejecutado por asfixiar a un pastor en su propia iglesia.
Lawayne fue ejecutado en el estado de Texas por el asesinato del reverendo Clint Dobson, de 28 años de edad, que tuvo lugar en el 2011, según narra Associated Press. El pastor fue golpeado y estrangulado con una bolsa de plástico dentro de la Iglesia Bautista NorthPointe en Arlington.
El pastor fue golpeado y estrangulado con una bolsa de plástico dentro de la Iglesia Bautista NorthPointe en Arlington. Como lo narra el pastor fue golpeado y estrangulado con una bolsa de plástico dentro de la Iglesia Bautista NorthPointe en Arlington.
Poco antes de que comenzara la inyección, el recluso le dijo repetidamente a su esposa, que lo observaba a través de una ventana a poca distancia de él, que la amaba y que estaba agradecido.
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“Es lo que es”, dijo Nelson. Cuando añadió que debería “disfrutar de la vida”, la mujer, Helene Noa Dubois, levantó hacia la ventana un perro de servicio blanco que le permitieron llevar a la zona de testigos.
“No tengo miedo. Estoy en paz”, añadió Nelson. “Vamos a cabalgar, director”, dijo, según conoció Associated Press.
Cuando comenzó la administración de la dosis mortal del sedante pentobarbital, le expresó a su esposa, quien contrajo matrimonio con él recientemente mientras estaba en prisión: “Déjame dormir”.
La sustancia pareció surtir efecto cuando pronunció la palabra “amor”, tras lo cual respiró con dificultad en dos ocasiones y pareció esforzarse por contener el aliento. Su cabeza, hombros y brazos temblaron brevemente antes de quedar inmóvil. Fue declarado fallecido 24 minutos después.
Nelson fue el primer recluso condenado a la pena capital en Texas que fue ejecutado tras el aplazamiento de la ejecución de Robert Roberson, programada para el 17 de octubre de 2024.
Este caso habría sido el primero en Estados Unidos relacionado con un diagnóstico de síndrome del bebé sacudido, según AP.
El viernes pasado, Carolina del Sur llevó a cabo la primera ejecución del país en 2025. Marion Bowman Jr. fue sometido a una inyección letal por su condena por asesinato en 2001, tras disparar a un amigo cuyo cuerpo calcinado apareció en un vehículo.
Mientras estaba encarcelado y esperaba su juicio, Nelson fue acusado del asesinato de otro recluso, un cargo por el que nunca fue juzgado.
La pena de muerte ha sido abolida en 23 de los 50 estados del país, mientras que otros tres (California, Oregon y Pensilvania) tienen moratorias en vigor.
Tres estados (Arizona, Ohio y Tennessee) que habían suspendido las ejecuciones han anunciado recientemente planes para reanudarlas. El presidente Donald Trump es un defensor de la pena capital y en su primer día en la Casa Blanca pidió una expansión de su uso “para los crímenes más viles”.
*Con información de Associated Press y AFP.