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En tensión con Estados Unidos, Maduro llamó a filas a Carlos Martínez, adulto mayor embajador en Colombia: así fue su particular presentación

El oficial retirado y diplomático entró desfilando en su presentación con Maduro. También se han sumado empleados públicos, amas de casa y jubilados.

25 de agosto de 2025, 2:23 p. m.
Carlos Martínez Mendoza, embajador de Venezuela en Colombia, reasumiendo como general, en presentación hecha ante Nicolás Maduro, líder del régimen venezolano
Carlos Martínez Mendoza, embajador de Venezuela en Colombia, reasumiendo como general, en presentación hecha ante Nicolás Maduro, líder del régimen venezolano. | Foto: Foto del video de @eduardomenoni

El presidente del régimen venezolano, Nicolás Maduro, ascendió al embajador de Venezuela en Colombia, Carlos Martínez Mendoza, al grado de general de división en situación de reserva activa de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).

“En nombre del Libertador Simón Bolívar y de nuestro comandante Supremo, Hugo Chávez Frías, ascendí a general de División de la #FANB en situación de reserva activa al embajador de #Venezuela en Colombia, Martínez Mendoza, desde el Centro de Comando de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de planificación de la Operación Binacional de Soberanía, Paz y Seguridad Absoluta que se ha activado en la nueva fase de refuerzo. ¡Felicitaciones! ¡Continuamos por la vía de la Paz!”, escribió Maduro en Telegram.

Carlos Eduardo Martínez Mendoza nació en Barquisimeto (Venezuela), el 11 de enero de 1955, tiene 70 años. Es un militar venezolano retirado y exembajador de Venezuela en Argentina entre 2011 y 2018. Posteriormente, se desempeñó en dicho rol en Colombia, donde ahora permanece y que combinará con sus actividades militares.

Las imágenes del nombramiento no han pasado desapercibidas, con Maduro y Martínez Mendoza con uniforme militar, con el oficial de 70 años entrando al recinto desfilando.

Así fue su presentación:

Empleados públicos, amas de casa, jubilados, la fila es larga y variada frente a una plaza de Caracas. Miles de personas se enlistaron el sábado anterior en las fuerzas militares de Venezuela para sumar filas ante una eventual invasión estadounidense.

El presidente Nicolás Maduro ordenó abrir durante este y otros fines de semana el registro de la Milicia Bolivariana, un cuerpo adscrito a la Fuerza Armada que integran civiles y que, según sus críticos, tiene una alta carga ideológica.

Es también una demostración de fuerza ante lo que considera una “amenaza” contra su poder. Tres destructores lanzamisiles se posicionarán en aguas internacionales frente a las costas de Venezuela, aunque Washington asegura que se trata de operaciones contra el narcotráfico.

La Milicia habilitó centros de registro en plazas y edificios militares y públicos, incluido el palacio presidencial de Miraflores en Caracas. También en el llamado Cuartel de la Montaña, donde reposan los restos del fallecido líder socialista Hugo Chávez (1999-2013).

Está ubicado en el 23 de Enero, un populoso bastión del chavismo donde grandes edificios de vivienda social se mezclan con ruinosas casitas de ladrillo expuesto.

“¿Ha prestado servicio anteriormente?”, pregunta una miliciana en uniforme de camuflaje a Óscar Matheus, que esperó paciente en fila hasta llegar a la mesa plástica del registro.

“Estoy acá para cumplir con nuestro país”, dijo a la Agencia France Press este auditor de 66 años. “No sabemos qué puede suceder, pero hay que prepararnos y seguir resistiendo”.

“La patria nos hace un llamado, nos necesita el país”, expresa por su parte Rosy Paravabith, de 51 años.

“¡Viva la patria!”

Bautizada como bolivariana por Chávez, la Fuerza Armada venezolana no oculta su politización. “¡Chávez vive!” es hoy su saludo oficial.

Tampoco está claro con cuántos efectivos cuenta. En 2020 tenía unos 343.000 integrantes, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), un tamaño similar a la de México (341.000), y solamente superado en América Latina por Colombia (428.000) y Brasil (762.000).

Maduro dijo, no obstante, esta semana que solo la Milicia contaba con más de 4,5 millones de soldados. “¡Yo me alisto por Venezuela, viva la patria!”, gritaban los voluntarios tras registrarse. Policías e incluso milicianos reservistas acudieron para reafirmar su compromiso.

El Cuartel de la Montaña está enclavado en una montaña desde donde se ve toda Caracas. Es un antiguo museo militar donde Chávez coordinó su fallido intento de golpe de Estado en 1992.

Una vez registrados, los voluntarios pasan a una sala donde se proyecta un documental sobre el bloqueo de naciones europeas a las costas venezolanas entre 1902 y 1903, ante la negativa del entonces presidente Cipriano Castro de pagar la deuda externa.

El filme de 2017 muestra a campesinos armados. Algunos disparan, otros analizan mapas. Barcos de guerra se divisan en la distancia.

En la siguiente sala se expone parte del armamento: una ametralladora calibre 50 de Estados Unidos, un lanzagranadas Carl Gustaf sueco, lanzacohetes RPG de origen soviético y una ametralladora belga calibre 7,62 mm.

Un teniente del Ejército explica con lenguaje técnico el alcance, el espacio donde se puede usar cada una y para qué.

“¿Esto se puede disparar al cielo?”, pregunta una de las asistentes. “Es mejor usarla de forma lineal”, responde el militar.

“Inmoral, criminal e ilegal”

Estados Unidos ya hizo despliegues en el Caribe en el pasado. Pero en esta oportunidad coincidió con el aumento a 50 millones de dólares de la recompensa contra Maduro y la acusación en su contra de encabezar una supuesta banda del narcotráfico bautizada Cartel de los Soles, que el presidente Donald Trump catalogó de organización terrorista.

Maduro asegura que esta movilización “inmoral, criminal e ilegal” solo busca un “cambio de régimen”.

En las calles de Venezuela surge el tema entre bromas y preocupación, aunque expertos por ahora ven lejano el escenario de una operación estadounidense directa contra Venezuela.

El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, pidió no “caer en nerviosismo”. “Vamos a defender esta patria hasta nuestro último aliento”, añadió en declaraciones transmitidas por el canal estatal VTV.

La oposición llamó a no acudir al alistamiento. En las filas, hay voluntarios de todas las edades. “Quiero entrenar para defender la patria”, señala Jesús Bórquez, de 19 años.

“Yo sé que por mi edad no voy a agarrar un rifle, pero estoy dispuesta a ayudarlos”, asegura Omaira Hernández, de 78 años.

Con información de AFP