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El escalofriante testimonio de la italiana que asesinó a su hijo junto a su nuera colombiana. “Ella me pidió que lo matara”
La mujer confesó que descuartizó el cuerpo, mientras que su cómplice “transportó los tres pedazos al garaje, los metió en el barril y los cubrió con cal viva”.

Durante una audiencia judicial celebrada este lunes, Lorena Venier, enfermera de 61 años, admitió haber asesinado y desmembrado a su hijo Alessandro, de 35 años, junto con su nuera colombiana, Mailyn Castro Monsalvo, en su vivienda de Gemona, al norte de Italia. Las declaraciones ante el juez incluyen detalles explícitos sobre cómo ejecutó el crimen y revelaron que la mujer actuó con plena conciencia de sus actos.
“Usé una sierra y una sábana para contener la sangre y lo diseccioné en tres pedazos. No había salpicaduras, por eso los Carabineros encontraron todo en orden”, afirmó Venier en la audiencia de validación de su detención ante el Tribunal de Udine.
Según su testimonio, el asesinato fue premeditado. “Decidimos matarlo adormeciéndolo; vacié un blíster entero de medicamentos en la limonada, pero no fue suficiente”, explicó. Como Alessandro no perdió completamente el conocimiento, Venier recurrió a la insulina. “Le puse dos inyecciones de insulina. Las tenía en casa desde hacía unos cinco años. Las conseguí en mi trabajo, porque en aquel momento decidí usarlas para suicidarme”.

La víctima falleció horas después, alrededor de las 11 de la noche. “Lo aturdimos con una pastilla para dormir alrededor de las 5:30 p. m., pero solo murió alrededor de las 11 p. m. porque no pudimos rematarlo”, relató. También intentaron asfixiarlo con una almohada, sin éxito. “Alessandro siguió luchando, a pesar de estar completamente exhausto”, añadió.
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La madre aseguró que la decisión de desmembrar el cuerpo surgió porque el cadáver no cabía en el contenedor donde planeaban ocultarlo mientras esperaban su descomposición. “El plan no era diseccionarlo. Lo hice yo misma cuando nos dimos cuenta de que el cuerpo no cabía en el contenedor”, dijo. Luego, Mailyn se encargó de llevar los restos al garaje. “Ella fue quien transportó los tres pedazos al garaje, los metió en el barril y los cubrió con cal viva”.
La confesión también reveló que la pareja había preparado una coartada, ya que Alessandro había dicho a conocidos que se marcharía a Colombia. “Pensé que el cuerpo se descompondría con el tiempo. Luego, lo llevaría a la montaña y lo abandonaría allí, donde él dijo que quería que se depositaran sus restos”, explicó Venier.

Sobre los motivos del crimen, Venier aseguró que su hijo maltrataba a su esposa. “Ella me había estado pidiendo que matara a mi hijo Alessandro durante meses, desde el día en que nació su hija en enero”, declaró. “Mailyn fue golpeada violentamente, insultada y amenazada de muerte, repetidamente”, agregó.
La mujer también relató que, cuando intentó denunciar a su hijo, este la agredió físicamente. “Mi hijo minimizó su depresión posparto, y cuando decidí denunciarlo, me dio un puñetazo en la espalda”, aseguró.
El crimen fue descubierto cuando Mailyn, en medio de una crisis emocional, llamó al número de emergencias. Venier reconoció que no habían previsto esa reacción. “Estábamos seguros de que podíamos hacerlo todo nosotras mismas. Una vez diseccionado, solo tendríamos que esperar a que se descompusiera antes de llevarlo al bosque”, dijo la mujer dando a entender el amplio grado de la colombiana en el asesinato.