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“El Alcatraz de los caimanes”: así es el impresionante centro de detención de migrantes que Trump inauguró en Florida
El centro penitenciario está rodeado por terrenos inundables y áreas de alta presencia de animales salvajes, como caimanes y serpientes.

En una zona remota del sur de Florida, en medio de los pantanos de los Everglades, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, abrió este martes, 1 de julio, un nuevo centro de detención migratoria temporal que ha sido objeto de atención nacional y críticas generalizadas por su diseño, ubicación y condiciones operativas. El nombre es llamativo como sus instalaciones, es conocido como “El Alcatraz de los caimanes”.
Instalado sobre el terreno del Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade-Collier, una antigua pista de aterrizaje de 11.000 pies construida en su momento para aviones supersónicos, el complejo ha sido transformado en cuestión de días en una “ciudad de tiendas” improvisada, diseñada para albergar hasta 5.000 personas en proceso de deportación, según cifras proporcionadas por funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a CNN.
“Vamos a enseñarles cómo escapar de un caimán para que sus posibilidades aumenten un 1 %”, dijo Trump horas antes de visitar el centro de detención de migrantes en medio de pantanos en Florida.
El sitio ha sido apodado informalmente por autoridades estatales como “Alcatraz de los caimanes” por su aislamiento natural y su difícil acceso.
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Ubicado a menos de 80 kilómetros al oeste de Miami, el centro está rodeado por terrenos inundables y áreas de alta presencia de vida silvestre, incluidos caimanes, lo que funcionarios estatales como el gobernador Ron DeSantis han señalado como un elemento de seguridad adicional.

“Claramente, desde el punto de vista de la seguridad, si alguien escapa, tendrá que enfrentarse a muchos caimanes”, dijo DeSantis en una conferencia de prensa reciente. “Es lo más seguro posible”.
El diseño del centro incluye remolques reutilizados de FEMA, originalmente destinados a víctimas de desastres naturales, y estructuras temporales de paredes blandas. Estas tiendas de campaña, similares a las utilizadas tras huracanes, serán el único resguardo de los detenidos ante temperaturas que superan los 32 °C y condiciones climáticas tropicales frecuentes en la región.
“Solo hay una carretera que lleva a él y es la única salida. Es un vuelo de ida. Está aislado y rodeado de fauna peligrosa y un terreno implacable”, explicó el lunes Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca.

De acuerdo con la oficina del gobernador de Florida, el centro será completamente autónomo, con servicios básicos, como agua, alcantarillado y electricidad, siendo suministrados por equipos móviles.
Cada cama tendrá un costo diario estimado de 245 dólares, cifra que cubre logística, alimentación y operación general, según información proporcionada al medio CNN.
Las autoridades estatales aseguran estar desarrollando planes de evacuación ante la posibilidad de tormentas intensas, especialmente en una temporada de huracanes que, según los meteorólogos, podría ser especialmente activa. Mientras que el mandatario estadounidense puso el foco sobre los caimanes y serpientes de la región.
“Las serpientes son rápidas, pero los caimanes (...) vamos a enseñarles cómo escapar de un caimán, ¿vale? Si escapan de la prisión, cómo huir. No corras en línea recta. Corre así. ¿Y sabes qué? Tus posibilidades aumentan aproximadamente un 1%”, comentó Donald Trump.

Si bien el gobierno de Florida ha promocionado la instalación como una solución de “bajo costo” y rápida implementación, su infraestructura provisional y exposición a condiciones extremas han suscitado cuestionamientos por parte de activistas, expertos en migración y defensores del medioambiente.
Además de las preocupaciones logísticas, la elección del sitio ha provocado una demanda presentada por comunidades indígenas locales, que alegan que la instalación afecta territorios sagrados y vulnera derechos culturales.
El centro de detención forma parte de una estrategia más amplia en materia migratoria impulsada por la administración Trump, y ha sido defendido por varios funcionarios estatales como una alternativa temporal frente al aumento en los flujos migratorios, a pesar de las duras críticas de las asociaciones de migrantes y de opositores al gobierno.