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Así es la seguridad del Vaticano para garantizar el extremo secreto durante el cónclave
Para elegir al papa, los cardenales se someten a una serie de juramentos y una extensa jornada de la cual se conocen pocos detalles con mucha confidencialidad.

Parte de los preparativos del Vaticano para dar inicio con el cónclave, este miércoles, 7 de mayo, fue emplear una serie de tecnologías que evitan la filtración de información durante el proceso de elección del sucesor de San Pedro. Esto debido a que el cónclave es una práctica milenaria que se ha mantenido en secreto, volviéndose en uno de los ritos del catolicismo más misteriosos de la historia.
Los 133 cardenales votantes, que son menores de 80 años, fueron puestos bajo llave en la capilla Sixtina para dar inicio con la jornada de elección. En esta, los purpurados votan entre ellos, ya que no hay candidaturas oficiales. Durante el proceso, que puede tardar días, los religiosos no tienen permitido abandonar el templo ni la residencia de Santa Marta, donde comerán y dormirán hasta que nombren al próximo pontífice.

Además, tienen prohibido cualquier contacto con el mundo exterior y todos los asistentes a la elección - incluidos funcionarios del Vaticano - debieron proclamar un juramento de secreto perpetuo.
En años anteriores, las autoridades de la Ciudad del Vaticano han implementado tecnologías como antidrones y bloqueadores electrónicos para mantener la confidencialidad del cónclave. De acuerdo con el medio italiano Corriere della Sera, para el funeral del papa Francisco, las autoridades de Italia habían preparado bazucas antidrones, en caso de que algún vehículo aéreo no tripulado rompiera las reglas que prohíben los vuelos.

Además, el medio detalló que también se implementaron tecnologías terrestres para bloquear la señal en los computadores o celulares y así perturbar las comunicaciones.
Actualmente, mientras tiene lugar la elección del líder católico, dos equipos de seguridad vigilan la Santa Sede: la Guardia Suiza Pontificia y el Cuerpo de Gendarmería del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Sin embargo, pese a que diferentes medios de comunicación han intentado obtener aclaraciones sobre los sistemas de protección, miembros de seguridad han mantenido su voto de secreto y extrema confidencialidad.

Aun así, informes de la prensa, del 2013, aseguran que para el cónclave donde fue elegido el papa Francisco, el Vaticano instaló un “piso falso” en la capilla Sixtina, el cual contenía bloqueadores electrónicos, con el fin de evitar el contacto con el mundo exterior, y que los votos de los cardenales no sean influenciados de ninguna manera.
También, en ese momento, funcionarios de la Santa Sede revisaron con escáneres antiespionaje tanto el templo como el lugar donde se hospedan los religiosos, para rectificar que no hubiese un micrófono oculto en las instalaciones. Al tiempo, a las afueras de la capilla, fue ubicado una jaula de Faraday que bloqueó las señales de los micrófonos. Esta jaula es una pantalla de metal que evita la radiación electroestática.