MUNDO
Apagón en España, Portugal y Francia es el “simulacro del colapso de nuestra civilización (...) nos acercamos a la hora fatídica”
El apagón en Europa tiene asombrados a millones de personas que se preguntan qué pasó.

España sufrió este lunes un apagón eléctrico que afecta a millones de personas en la gran mayoría de su territorio continental y que tocó a Portugal y partes de Francia, según informó el operador español que dice que el suministro volvió en algunas zonas.
“Activados planes de reposición del suministro eléctrico en colaboración con las empresas del sector tras el cero (caída total de tensión, ndlr) ocurrido en el sistema peninsular. Se están analizando las causas y se están dedicando todos los recursos para solventarlo”, informó la empresa Red Eléctrica en X, que poco después indicó que comenzó a “recuperar tensión por el norte y sur peninsular”.
Tanto en Madrid como en Barcelona, numerosos habitantes salieron a la calle, con el teléfono en la mano, en busca de cobertura. Muchos semáforos no funcionaban, lo que obligó a los autos a circular lentamente.
Los metros y trenes se detuvieron y la Dirección General de Tráfico (DGT) pidió a los habitantes “que eviten circular en la medida de lo posible”.
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El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, lanzó un llamado parecido a la población. “Si podemos, nos quedamos donde estamos [...] estamos todos en una situación complicada”, declaró el primer edil a la radio pública RNE.

El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, se desplazó al centro de control de Red Eléctrica y su oficina indicó que el gobierno “está trabajando para conocer el origen y la afectación de esta incidencia y dedicando todos los recursos para solventarla cuanto antes”. Según RNE, el corte de electricidad no afecta ni a las islas Canarias ni a las Baleares.
Por su parte, el gestor de aeropuertos españoles Aena indicó que sus instalaciones están operativas gracias a los grupos electrógenos de emergencias. “Los aeropuertos están operativos con los sistemas eléctricos de contingencia”, aunque hay retrasos en vuelos, afirmó Aena en X.
Tras el caos, el presidente del Consejo Europeo, el portugués António Costa, apuntó este lunes que “hasta el momento” no hay indicios de que el apagón generalizado que afecta a parte importante la península Ibérica sea resultado de un ciberataque.
En un mensaje en la red X, Costa señaló que operadores de energía en España y Portugal “están trabajando para encontrar la causa (del apagón) y restaurar el suministro de electricidad. Hasta el momento, no hay indicios de ningún ataque cibernético”.
Partes importante de Portugal y hasta regiones de Francia resultaron afectadas por el corte de energía. En su mensaje en la red X, Costa agregó que estaba en contacto con el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y con el primer ministro de Portugal, Luís Montenegro, para conocer detalles de los “cortes generalizados de energía”. En Madrid, Sánchez convocó a una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad Nacional para analizar al situación.
En Colombia, Max Henríquez, uno de los meteorólogos más reconocidos del país, recordado por millones de personas, toda vez que él fue presentador de televisión, aseguró: “Lo sucedido en España, Portugal y el sur de Francia es, digamos, como un simulacro del colapso de nuestra civilización”. El meteorólogo recordó un escrito que él hizo en tal sentido, en el portal Cambio, que coincide con esto que acaba de pasar en Europa. “Conocer el reloj del apocalipsis de la civilización sería lo ideal. Esa hora la sitúan alrededor de 2030, y otros hacia 2050. Los miembros del Boletín de los Científicos Atomistas (BAS), un organismo creado en 1947 con base en la Universidad de Chicago, integrado por varios premios Nobel, anuncia que año tras año nos acercamos a la hora fatídica”.
La gente está “atónita, porque esto nunca había pasado en España”, comentó en Madrid Carlos Condori, un obrero de 19 años. “No hay ni cobertura, no puedo llamar a mi familia, a mis padres, nada. No puedo ni siquiera ir al trabajo”, añadió.
Ante la falta de suministro eléctrico exterior, los reactores de las centrales nucleares españolas que estaban en funcionamiento “han parado automáticamente”, indicó el Consejo de Seguridad Nuclear, un procedimiento normal en estos casos.
Por su parte, el gestor de aeropuertos españoles Aena indicó en X que sus instalaciones están operativas gracias a “los sistemas eléctricos de contingencia”, aunque algunos vuelos sufrieron retrasos.
Aún así, el organismo encargado de vigilar el tráfico aéreo europeo, Eurocontrol, apuntó que el apagón tiene “un impacto en las salidas y llegadas de algunos aeropuertos”, incluyendo los de Lisboa, Barcelona y Madrid, pero matizó que “es demasiado pronto para decir cuántos vuelos se ven o se verán afectados”.
Portugal y Francia
En Portugal el gestor de la red eléctrica nacional (REN) confirmó “un corte masivo de luz en toda la península ibérica” que “alcanzó Portugal desde las 11H33 (10H33 GMT)”.
La compañía afirmó haber activado “todos los planes de restablecimiento por etapas del suministro de energía” pero señaló que es “imposible” saber cuándo se restablecerá el suministro.
Según el ministro portavoz del gobierno, Antonio Leitao Amaro, “al parecer se trataría de un problema en la red de transporte [de energía eléctrica] cuya causa todavía está por identificar, al parecer en España”.

Varias personas dijeron a la Agencia France-Press que el corte afectó a distintos barrios de Lisboa, cuyo sistema de señalización dejó de funcionar. Al menos cuatro trenes de la red de metro local lisboeta tuvieron que ser evacuados, reportaron medios locales.
En Francia, el corte de electricidad afectó al País Vasco (en el suroeste) y duró poco. El gestor francés de la red, RTE, anunció que había restablecido el suministro.
“Ustedes lectores podrían escoger cuál de los escenarios del colapso será más probable: el progresivo, que tomará varios decenios y será diferencial entre unos continentes y otros. El escenario en cascada, que destaca que como todo está interrelacionado (la crisis climática, económica, política, ecológica), la falla en uno de sus componentes podría desatar una reacción en cadena y, por último, el escenario del colapso repentino y apocalíptico, que sería brutal. Se acabaría el suministro vital de los servicios públicos, las comunicaciones, los alimentos escasearían y la violencia explotaría, haciendo desaparecer a la mitad de la población mundial. ¡Qué Dios nos coja confesados!“, puntualizó el reconocido meteorólogo Max Henríquez.